La laparoscopía es un procedimiento de abordaje quirúrgico que inició un rápido y constante desarrollo que día a día avanza más, tanto en la cirugía general como en la ginecológica y la urológica.

Por sus ventajas, en comparación con la operación tradicional, se ha convertido en la mejor opción para realizar cualquier tipo de intervención ginecológica con grandes resultados , según manifestó ayer el doctor y laparoscopista Miguel Montalvo.

Dijo que durante décadas sólo se utilizó para realizar diagnósticos por visión directa, con el advenimiento y desarrollo de la cirugía de mínima invasión o laparoscópica.

Sostuvo que hoy los paradigmas son otros y ahora un procedimiento como el de tipo quirúrgico-ginecológico no debe ser una experiencia traumática.

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“Las avanzadas técnicas permiten realizar cualquier operación mediante pequeñas incisiones de apenas centímetros, a través de las cuales se introducen en el abdomen y en la pelvis potentes lentes de cámaras que transmiten imágenes ampliadas a modernos monitores de alta resolución”, explicó el doctor.

“Lo mismo que instrumentos de energía, corte y de aprensión, por lo que se pueden realizar todas las cirugías que tradicionalmente se han hecho mediante incisiones”, agregó el destacado profesional en el área.

Las cirugías

Entre las cirugías más frecuentes realizadas con esta modalidad quirúrgica está la histerectomía, sin importar el motivo de su indicación, cáncer, extracciones de miomas o fibromas de todos los tamaños, tumoraciones de ovarios, benignas o malignas, quistes hemorrágicos de ovarios, embarazo ectópico y las ligaduras de las trompas para esterilización.

La vía de intervención permite, además, hacer el diagnóstico de una de las enfermedades que más afecta a mujer: la endometriosis, principal causa de dolor pélvico crónico y menstrual en las mujeres y una de las primeras causas de infertilidad femenina, dijo el profesional