Carolina Almonte (@carol_almonte)
Es probable que en diversas ocasiones hayas podido ver en tu navegador, ventanas emergentes que te solicitan la aprobación del uso de cookies.
Las mayorías de las páginas en internet requieren de una activación de cookies para crear una cuenta, mantener datos de una sesión abierta, guardar preferencias de navegación, recopilar información estadística u ofrecer una experiencia personalizada, las cookies en informática son pequeños archivos de texto que las páginas web descargan en tu computadora para almacenar información, este tipo de información puede ser: usuario y contraseña, búsquedas personalizadas, etc.
Al abrir una página que ya hayas visitado, las cookies te permiten acceder al sitio nuevamente sin tener que volver a poner tus credenciales. Debemos aclarar que el contenido de las cookies solo son capaces de almacenar información que tú proporcionas a la página de manera específica.
Las cookies no contienen virus como muchos piensan, sin embargo si pueden comprometer tu privacidad de manera directa.
A pesar de que las cookies no suelen almacenar información sensible sobre el usuario, como tarjetas de crédito o datos bancarios, fotografías, información personal, etc. Los datos que guardan son de carácter técnico, preferencias personales, personalización de contenidos.
Existen 3 tipos de cookies:
Cookies técnicas: Son las más elementales y permiten, saber cuándo está navegando un humano o una aplicación automatizada, cuándo navega un usuario anónimo y uno registrado, tareas básicas para el funcionamiento de cualquier web dinámica.
Cookies de análisis: Recogen información sobre el tipo de navegación que está realizando, las secciones que más utiliza, productos consultados, franja horaria de uso, idioma, etc.
Cookies publicitarias: Muestran publicidad en función de su navegación, su país de procedencia, idioma, etc.
Otra forma de clasificar las cookies es en propias y de terceros:
Las cookies propias son las generadas por la página que está visitando y las de terceros son las generadas por servicios o proveedores externos como Facebook, Twitter, Google, etc.
Muchos expertos explican que las cookies son archivos inofensivos y que evitar el uso de ellos en las páginas puede generar que la misma no funcione de la manera más optima posible, sin embargo a pesar de eso, para muchas personas eso no les preocupa, más bien les preocupa el uso de las cookies que puedan poner en riesgo la seguridad de los datos y esta circunstancia significa una clara invasión de la privacidad, sobre todo cuando una misma pc es utilizada por personas diferentes.
Muchas veces las páginas web utilizan las cookies de terceros con el objetivo de crear perfiles publicitarios de los usuarios, una actividad que es legal en el momento que proporcionas tu consentimiento. Pero, se ha demostrado que obteniendo una gran cantidad de datos, el perfil de un usuario se puede llegar a desvelar.
Existen programas espías (spyware) capaces de acceder a la información contenida en ellas, con lo que cualquier “ciberdelincuente” podría capturarlas y comprometer con ello a nuestro ordenador.
Ante estos escenarios nace la duda de que si debo o no aceptar las cookies en las páginas web que visito. Es sencillo, si te preocupa tu privacidad en las vías digitales, siempre que uses una computadora que no sea de tu propiedad, lo recomendable es borrar todos los datos de navegación, en cambio si siempre utilizas tus propios equipos para acceder al internet, puedes conservas esos pequeños archivos ya que aportan ventajas en los aspectos relacionados con la usabilidad.