Firma acuerdo con la Armada para proteger ese monumento natural
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales informó que, luego de una investigación contra los daños ambientales ocurridos el pasado 20 noviembre en el Monumento Natural Las Dundas de las Calderas, tomó una serie de acciones entre las que están la desvinculación del administrador del parque y la remisión a la Procuraduría Especializada para la Defensa del Medio Ambiente y Recursos Naturales del presunto infractor.
Además, firmó un cuerdo suscrito por el ministro de Medio Ambiente, Paíno Henríquez, y el comandante general de la Armada, el vicealmirante Agustín Alberto Morillo Rodríguez, para una vigilancia permanente en ese parque natural.
Tras un levantamiento de los daños ocasionados en el área, cuando se constató tala y quema, el pasado 20 de noviembre, se llevó a cabo una investigación que permitió identificar al presunto responsable de las acciones que afectaron esta área protegida, ubicada en la comunidad de Quijá Quieta, provincia Peravia, comúnmente conocida como Dunas de Baní.
En referencia al acuerdo de cooperación interinstitucional suscrito, cuyo fin es el cuidado del patrimonio nacional, se establece que Medio Ambiente proporcionará a la Armada Dominicana cuatro motocicletas para facilitar el patrullaje permanente en la zona con personal de la Armada, reforzando los trabajos preventivos y asegurando una respuesta rápida ante cualquier actividad que amenace este patrimonio natural.
Paralelamente, están en proceso de construcción tres nuevas torres de vigilancia de unos nueve metros de altura, ubicadas estratégicamente en el área protegida; dos garitas de vigilancia para controlar el tráfico de materiales producto de los ilícitos ambientales; el centro de visitantes de las Dunas; una estructura de boletería y una verja perimetral en esa área. Todas estas acciones tienen como objetivo preservar la integridad de este monumento natural.
En cuanto a la zona recientemente afectada, será sometida a un estudio por técnicos de la Dirección de Bosques del Viceministerio de Recursos Forestales para determinar si requiere regeneración asistida o si es posible recuperar su estado de manera natural, ya que al momento de la intervención no se habían removido los tocones, lo cual permitiría el proceso de regeneración natural.
El ministro Paíno Henríquez aseguró que con el acuerdo «los abusos y delitos ambientales serán cosa del pasado», y recordó el empeño con el que se maneja la Armada. «No me voy a cansar de decir esto sobre la Armada, porque soy defensor de la disciplina. Esto es muy necesario en tiempos donde se ha permitido que el desorden obligue a que el Estado tenga que hacer acciones para recobrar zonas tan importantes como las Dunas de Baní, pero también los 60 metros de la pleamar, que por años han sido violentadas. Y por eso estamos trabajando».
De su lado, el vicealmirante Morillo manifestó que la Armada «está comprometida con la protección del medioambiente y en apoyar siempre a todos los ministerios, especialmente al de Medio Ambiente, que forma parte de la administración marítima”. Y añadió: “Señor ministro, siéntase seguro que la Armada está presta para cumplir esa misión con la mayor eficacia posible”.
Por su parte, el viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Carlos Augusto Batista, explicó que la competencia de la Armada con el acuerdo, además de facilitar la vigilancia del área protegida en todo el perímetro de unos 16 kilómetros de línea costera que pertenecen a las dunas, también dará apoyo a Medio Ambiente contra los ilícitos ambientales provocados por actividades agrícolas, extracción ilegal de minería no metálica y ganadería, específicamente con la crianza de chivos. Dijo que debido a que tienen su base naval justo al lado de dicho patrimonio natural, permitirá aún más la vigilancia permanente.
Con estas medidas, el Ministerio de Medio Ambiente reafirma su compromiso con la protección de los recursos naturales y la biodiversidad del país, al tiempo que hace un llamado a la ciudadanía a respetar las áreas protegidas y colaborar en su conservación.