Mel Gibson poses on arrival for the special screening of the film he directed, Hacksaw Ridge, at the Samuel Goldwyn Theater in Beverly Hills, California on October 24, 2016. / AFP / Frederic J. BROWN
Los Ángeles.- Ha pasado una década desde que Mel Gibson dirigió por última vez. Sus problemas con el alcohol y sus dramas familiares casi hunden su carrera para siempre, pero ahora contraataca con “Hacksaw Ridge” y aunque hay quien considera que está “de vuelta”, el actor asegura a Efe que jamás se fue.
En Hollywood no hay nada que guste más que un regreso por todo lo alto, aunque sea para quien dijo en 2006, en estado etílico, que los judíos tenían la culpa “de todas las guerras del mundo”, y quien se vio envuelto cuatro años después en un episodio de violencia con su pareja de entonces, Oksana Grigorieva.
“He hecho un buen trabajo con ‘Hacksaw Ridge’ y sé que para muchos estoy de vuelta, pero yo nunca me fui”, afirmó el artista de 60 años.
“Nunca dejé de trabajar, simplemente no lo hacía de forma tan prolífica. Ahora vuelvo a estar en la pomada. Sinceramente, quiero seguir haciendo esto. Se me da bien y me encanta”, agregó.
De hecho, la bélica “Hacksaw Ridge”, de estreno el próximo día 4, aparece en los pronósticos de los expertos como una de las cintas con más opciones en la próxima edición de los Óscar, lo que supondría el “perdón” oficial de una industria con la que Gibson mantuvo un gran idilio gracias a “Braveheart” (premiada con una estatuilla a la mejor película y al mejor director).
“Siempre está bien ser reconocido por tus compañeros, pero si no resulta así, no necesito que nadie me diga lo buena que es”, afirmó el cineasta, quien destacó, especialmente, la “fantástica” labor de su protagonista, Andrew Garfield, a quien considera “uno de los mejores actores de todos los tiempos».