Crear condiciones financieras favorables a la generación de bienes con impacto a la baja para los precios de innumerables artículos de primera necesidad pasa a ser posible para lo inmediato por la decisión de política monetaria tomada por el Banco Central reduciendo la tasa de referencia para el sistema en 50 puntos, de 8.50% 8.00 % anual, medida que complementará con mayor circulación de dinero. Una consecuencia de la disminución en sus costos de derivados del petróleo, tarifas de embarques y adquisición de materias primas que fundamentan una amplia gama de productos de consumo masivo. Era lo esperado tras hacerse sentir, todavía hoy, una inflación local impuesta por factores externos montados ya a una tendencia descendente y favorable a la economía dominicana. Un primer paso que inactiva las restricciones monetarias que han venido haciendo declinar actividades manufactureras y de comercio de entes de diferentes categorías y reduciendo el poder de compra de familias por alzas de repercusión lógica a las que suelen agregarse las de especuladores fuera de control. Cuando las utilidades son menores, como ha estado ocurriendo, el empleador recurre a despidos, suspensión temporal de personal y hasta cierre negocios.
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El movimiento pendular que comienza con encarecimientos extremos seguidos por reducciones disciplinarias del circulante que enflaquecen ingresos, causa un mal social adicional: hace crecer el sector informal, ya mayoritario, que proporciona empleos de muy mala calidad.