A pesar de que está prohibido legalmente, cada día son más los casos de adolescentes y jóvenes expulsadas o retiradas de los centros educativos, especialmente del sector privado, como consecuencia de embarazos no deseados.

La información la ofreció la sicóloga clínica y “life coach” Naili Santana Bayona, quien abordó para La Esquina Joven de Hoy el tema del embarazo en la adolescencia.

Dijo que muchas chicas tienen que optar por inscribirse en escuelas de adultos para poder concluir sus estudios.

Sobre el papel del Gobierno en la prevención del embarazo en menores, Santana Bayona señaló que la educación sexual debe ser inclusiva, que se deben promulgar leyes que regularicen los contenidos que se muestran en los medios de comunicación y apoyar al Ministerio de Educación para que el tema llegue de forma adecuada, siempre de manos de profesionales capacitados.

En cuanto a las campañas de prevención, la sicóloga considera que las realizadas hasta el momento tienen debilidades y no han logrado su objetivo.

Entiende necesario incluir jornadas educativas dirigidas a los padres, en las que se les ayude a vencer sus propios miedos de hablar de sexualidad, enfrentar sus creencias limitantes y tabúes.

Anticonceptivos no bastan. Enfatizó que para prevenir de manera eficaz este problema hay también que trabajar el ser y no solo mostrar cuáles son los anticonceptivos que existen, orientar sobre la opción poderosa de decir no, promover la postergación de la iniciación sexual y fomentar el desarrollo del liderazgo.

La profesional de la conducta exhortó a los padres a “hablar sobre sexualidad a sus hijos desde que nacen, enseñarles a ser afectivo-asertivos y mantener un vínculo abierto de comunicación con los y las adolescentes”.

Ante la desesperanza de un evento inesperado como un embarazo no planificado y que puede estar combinado con una enfermedad de trasmisión sexual, Santana Bayona sugiere a las jóvenes hablar con una persona que pueda escucharlas, pedir que les lleven donde un profesional de la salud que las revise físicamente para asegurar que su vida no esté en riesgo ni la de la criatura, y si ha sido abusada lo comunique a un adulto, de manera que pueda recibir asistencia sicológica y legal.

“Lo más importante es comunicar qué ha pasado, cómo te sientes, que sepas que no eres la única, todo tiene una solución saludable y alguien puede apoyarte a manejar la situación” agregó la sicóloga.
Dijo que el éxito en la vida de un ser humano depende de manera directa de las decisiones que tome en la juventud, en especial en la adolescencia, que es una etapa del desarrollo caracterizada por cambios físicos, sociales y emocionales. Expresó que estas situaciones pueden llevar a los jóvenes a tener consecuencias tanto positivas como negativas producto de su atrevimiento, vitalidad e ingenuidad.
Esto, sumado a que están en un periodo de transición en el cual no son considerados niños ni adultos, pero buscan autonomía, son curiosos y están bombardeados por informaciones distorsionadas de la verdad que los hacen susceptibles a cometer errores, entre ellos embarazarse a temprana edad.
La especialista destacó que el mayor índice de embarazos en adolescentes proviene de una estructura familiar en la que la víctima vive con otros parientes.
Son jóvenes que abandonan los estudios, tienen historia familiar de inestabilidad y factores que los inducen a buscar en las relaciones sexuales el afecto.
En cuanto a quienes suelen ser los progenitores, la coach expresó que hay embarazos tanto de sus parejas, ya sean pares o mucho mayor que ellas, como de familiares que las violan y aclaró que “el porcentaje mínimo son los casos de embarazos de extraños”.

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Capacitación

La psicóloga clínica agregó que es necesario capacitar y entrenar para educar sexualmente, no solo resaltar como educación sexual los órganos genitales, sino enseñar a este segmento poblacional a relacionarse y comunicarse abiertamente como entes afectivos.