Mercader y su oda a la estupidez

Mercader y su oda a la estupidez

Reynaldo Peguero

El laureado artista visual José Mercader publicó su “Elogio a la Estupidez”. Lo tituló mordazmente «Bonny en la filosofía de Bonhoeffer». Narrativa donde comenta los ensayos de Erasmo de Róterdam, Dietrich Bonhoeffer y Carlo Cipolla.

Su temática se relaciona con la gran cantidad de estúpidos o conductas estúpidas con las que se convive diariamente. Cita especialmente al músico Bonny Cepeda y al político Miguel Mejía.

Compartimos sus juicios, pero no entraremos en sus razones, sino que haremos de sus afirmaciones un microscopio para abordar la caracterización de esta ignominia en cualquier terreno. Sabemos que pueden llenarse de esta vileza varias decisiones del Estado, sector privado y sociedad civil.

Hay ejemplos recientes. El más dramático es el manejo sin gobernabilidad, que el Ministerio de Haciendas proporcionó a su Reforma Fiscal. Quedó demostrado que casi ningún economista reputado, fue consultado, siendo una estupidez presentar esta propuesta como política de Estado.

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La Real Academia Española define «Estupidez» como “torpeza notable en comprender las cosas”. Es sinónimo de «idiotez, imbecilidad y despropósito». Antónimo de «inteligencia, agudeza y sagacidad».
La estupidez nos acompaña desde el surgimiento de la humanidad. Decisiones estúpidas repletan libros políticos y militares. Fue el sacerdote Erasmo de Róterdam quien abrió el debate, al publicar en 1511 su «Elogio a la Locura» o estupidez. Obra editada 36 veces con el autor en vida. En ella, el filósofo europeo, articula satíricamente “el personaje de la estupidez”.

Róterdam demuestra que todos somos estúpidos o cultivamos cierto grado de estupidez. Enfatiza en aquellos donde por comodidad, esta conducta se asume como estilo de vida. La estupidez aparece en política, negocios y religión.

Dietrich Bonhoeffer teólogo luterano que participó en el último atentado contra Hitler, no formuló una “teoría sobre la estupidez”, pero aportó consejos para entenderla.

De estas lecturas se derivan conclusiones. La primera es que “nunca se discute con un estúpido y menos se contradice”. Cuando éste se ha nutrido de idioteces, se cierra al razonamiento. José Mercader subraya que “el arma principal del estúpido es el chisme”.

Hablar con estúpidos, según Bonhoeffer y Mercader, no es conversar con persona, es platicar con lemas y supuestas ideas que se repiten automáticamente. Ellos son impredecibles y destructivos. Los más peligrosos son los que ocupan puestos de mando. Los estúpidos nunca razonan, ni piensan por sí mismos.

Entender a tiempo las señales de los estúpidos y de sus estupideces, preserva instituciones. La estupidez es factor humano surgido cuando se apaga el intelecto y la inteligencia queda excluida de las decisiones.

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