Con un poco mejor organización, tratando de adecuarse a los cambios y luchando por establecer la medida del distanciamiento físico para evitar contagios del Covid-19, se desarrolló ayer otra edición más del Mercado de Las Pulgas en el Merca Santo Domingo.

La cantidad de personas buscando comprar mercancía a los más de 4 mil vendedores informales creció, aunque no así las ventas, según explicó Luis Lora, secretario general de la Asociación de Vendedores del Mercado de Las Pulgas, quien destacó lo beneficioso que ha sido hasta el momento la instalación, aunque provisional en esta zona, que sin dudas les ha dado más movimiento a las actividades comerciales del área.

En su segunda jornada del Mercado de las Pulgas el dinamismo se notaba a la distancia. Cientos de motociclistas, unos transportando personas y otros mercancías, servían de testimonio visual al espectáculo de negocios que en cada carpa se desarrollaba, bajo el inclemente sol que poco molestaba a los protagonistas.

“Nosotros iniciamos con un protocolo de que no se permitía tener a más de 12 personas por carpas. Estamos tratando de regularizar eso, debido a que hoy ha venido gran cantidad de personas”, dijo Lora mientras instruía a la seguridad a que los vendedores mantengan el distanciamiento con los compradores, que poco caso hacían al tema de las aglomeraciones.
El integrante de la directiva que agrupa a estos vendedores descartó existan incomodidades con los del Merca Santo Domingo, ya que su presencia incrementa la cantidad de compradores, lo cual genera más posibilidades de venta para ambos grupos.

“La primera vez ellos estaban renuentes, pero luego tuvimos una reunión con ellos y ahora son ellos los que plantean que nos dejen de manera definitiva, luego que vieron lo que significaba el Mercado de Las Pulgas para sus ingresos y la venta de su mercancía. Ahora mismo estamos en un matrimonio sin divorcio”, explicó Lora.

El Merca Santo Domingo facilitó una área de 25 mil metros para estos negocios informales, también el director de la Oficina Metropolitana de Servicios Autobuses (OMSA) ha destinado autobuses en una ruta directa para los clientes, además de que la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), junto con la Policía Nacional, constantemente monitorizan el flujo de personas a fin que no sucedan taponamientos del tránsito o alguna situación que altere el orden público en la zona.