Mark Burton
Una de las dinámicas fundamentales de los mercados de bienes básicos se ha invertido, en parte gracias a Donald Trump.
Los precios de los metales industriales y el dólar están subiendo a la par ante las expectativas de que el crecimiento económico y la inflación de Estados Unidos se acelerarán durante la presidencia de Trump.
Usualmente se mueven en direcciones opuestas porque la fortaleza del dólar encarece las materias primas –que se denominan mayoritariamente en la moneda estadounidense– para los compradores fuera de Estados Unidos.
La tendencia es tan rara que ha ocurrido solo en contadas ocasiones en la última década y es una de las muchas razones por las que mineras como Glencore Plc están repuntando.
La gigante de bienes básicos se beneficia de menores costos y mayores precios de los metales en sus operaciones de zinc y está en vías de reanudar el pago de dividendos el próximo año como parte de un plan general de recuperación.
“Después de la elección, hemos visto a los mercados alejarse de inversiones defensivas, buscando crecimiento”, dijo telefónicamente Tom Price, analista de metales de Morgan Stan- ley en Londres.
“El dólar estadounidense subió y así lo hizo también la demanda de activos denominados en dólares como los bienes básicos”, manifestó.
La Reserva Federal de Estados Unidos dijo el miércoles pasado que las expectativas de inflación se han ajustado y que las condiciones en el mercado laboral se están fortaleciendo. El presidente electo Trump se ha comprometido a instaurar recortes tributarios y gastos en infraestructura que impulsen el crecimiento después de su investidura.
Otro factor: los inversores chinos están comprando materias primas denominadas en dólares como el cobre y el zinc para cubrirse de la depreciación del yuan, fortaleciendo así la correlación entre los precios de los metales y la moneda de Estados Unidos, dijeron el 2 de diciembre en una nota analistas de JPMorgan Chase & Co.
El índice de metales LMEX se disparó 12 por ciento en noviembre, la mayor alza en seis años, y los precios han caído levemente este mes. La mayoría de los metales caían el viernes, y el cobre perdía 1 por ciento en Londres a US$5.671 la tonelada.
En comparación, el Bloomberg Dollar Spot Index añadió 3,9 por ciento el mes pasado, alcanzando el más alto nivel en más de una década.
El coeficiente de correlación de 30 días entre los dos índices es 0,29. En julio, era de menos 0,6, según muestran datos compilados por Bloomberg.
La fortaleza del dólar se traduce en debilidad de monedas como el peso chileno y el rand sudafricano, lo que reduce el costo de la mano de obra y la energía para las mineras que –al mismo tiempo– ganan en dólares por los productos que venden.
Para ver como esto afecta el resultado de las mineras, tomemos como ejemplo el zinc. Los contratos a futuro del metal se han disparado 74 por ciento este año, registrando la mayor alza en el Bloomberg Commodity Index.
Paralelamente, las compañías mineras observan el desplome de sus costos a causa de las medidas de ahorro de costos y la debilidad de las monedas en países como Kazajistán y Perú. Por lo común, una mayor rentabilidad alienta a las mineras a incrementar la explotación.