La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pues se estima que afecta a un 3,8% de la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años.
Solo en 2020, aproximadamente 21 millones de adultos en Estados Unidos experimentaron al menos un episodio depresivo mayor, según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), eso es el 8,4 % de la población del país.
Constituye una de las principales causas de discapacidad y es diferente a sentirse eventualmente triste. La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana.
Puede causar gran sufrimiento a la persona afectada y alterar sus actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos, puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan más de 700 000 personas en el mundo, según la OMS. El suicidio es la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
-Pérdida de interés o placer en todas las actividades.
-Cambios en el apetito o el peso
-Interrupciones del sueño
-Sentirse agitado o lento
-Fatiga
-Sentimientos de baja autoestima, culpa o deficiencias.
-Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
-Pensamientos o intenciones suicidas
Qué decir (y no decir) a alguien que está deprimido:
1-Ofrezca su apoyo con cuidado
Según Crawford, ofrecer apoyo es clave para ayudar a una persona deprimida. “Una de las formas en las que puedes ayudar es preguntar: ¿Cómo puedo apoyarte mejor en este momento?
Capacítelos para que compartan con usted la ayuda que necesitan. Por ejemplo, su mayor preocupación podría ser cómo no pueden ser los mejores padres que pueden ser en ese momento , y tal vez te pidan que cuides a los niños por una tarde”, indicó y agregó que es clave insistir con cuidado.
“Al ofrecer ayuda, le estás haciendo saber a la persona que estás allí para ayudarla. Estás enviando el mensaje de que ellos importan, que sus vidas importan.
También puedes ofrecer sugerencias específicas de una manera no agresiva, por ejemplo, ayudar a comprarle algo en el supermercado o cocinar para la persona deprimida o su familia.
2-Evite frases como “¡Piensa positivamente!” o “¡Esto pasará!”
“Cuando vemos a un amigo o familiar con dolor, queremos quitarle el dolor. Podemos tratar de reemplazar ese dolor con esperanza y optimismo y tratar de infundir positividad a la persona. Pero cuando haces eso, lo que estás haciendo es minimizar e invalidar su experiencia.
Frases como “¡Concéntrate en las cosas buenas!” o “¿Por qué tienes que sentirte deprimido?” son desdeñosas e invalidan lo que está pasando la persona.
Y estas declaraciones pueden implicar que están eligiendo sentirse deprimidos, y si simplemente se lo proponen, pueden olvidarlo. Es importante recordar que la depresión es una enfermedad, no un estado de ánimo del que puedan hablar”, recuerda Crawford.
3-Evita ofrecer soluciones
Es importante no ofrecer soluciones simples. Hay que recordar que uno no es un médico o psicólogo como para tratar el problema.
“Tenga cuidado de no caer en el modo y la trampa de ser un solucionador de problemas y ofrecer un montón de soluciones. Cuando hacemos eso, a menudo es un reflejo de nuestra propia ansiedad e incomodidad con la situación. Sentarnos con la incomodidad puede resultar intolerable para nosotros, e idear un plan para la persona nos hace sentir que estamos haciendo algo. Pero es mejor tratar de sentarse con su incomodidad y dolor, y transmitir empatía”, precisó la especialista.
4-Apoyar su plan de tratamiento
“Es importante para nosotros no solo normalizar las conversaciones sobre la depresión y las enfermedades mentales, sino también normalizar la conversación sobre cómo obtener ayuda, incluida la terapia y los medicamentos. Apoye, no juzgue, la elección de tratamiento de la persona; no la trate de manera diferente ni trate de convencerla de que haga algo diferente si no está de acuerdo. Esta es una afección médica y, a menudo, se necesita tratamiento médico, y es importante apoyar su elección”, indicó.
5-Conozca las señales de advertencia del suicidio
Las personas que sufren de un trastorno depresivo mayor tienen un mayor riesgo de suicidio. Aquí, la organización NAMI enumera las señales de advertencia a tener en cuenta:
–Las amenazas o los comentarios sobre suicidarse, también conocidos como ideación suicida, pueden comenzar con pensamientos aparentemente inofensivos como “Ojalá no estuviera aquí”, pero pueden volverse más evidentes y peligrosos.
–Aumento del consumo de alcohol y drogas
–Comportamiento agresivo. Una persona que se siente suicida puede experimentar niveles más altos de agresión e ira de lo habitual.
–Aislamiento social de los amigos, la familia y la comunidad.
–Cambios de humor dramáticos, que pueden indicar una sensación de inestabilidad.
–Preocupación por hablar, escribir o pensar en la muerte.
–Comportamiento impulsivo o imprudente.