Barcelona. EFE. Un doblete de Leo Messi para firmar el doblete del Barcelona, que derrotó al Athletic Club (1-3), en un partido en el que el argentino reinó, en un encuentro desigual en el que los de Luis Enrique se llevaron el título de la Copa del Rey, el vigésimo séptimo de su historia.
De esta manera los azulgrana han conseguido su tercera victoria consecutiva en una final ante los rojiblancos, a los que ya había ganado en 2009 en Valencia y en 2012 en el Vicente Calderón, y suma la Copa del Rey al título de Liga recientemente conquistado.
El segundo título llegó en casa, en un partido en el que los azulgranas mostraron su superioridad frente a un rival que nunca tuvo opciones a entrar en el partido, un encuentro con poca historia y muchos detalles.
Uno de los tópicos a los que suelen recurrir los entrenadores es que los partidos, y más los grandes partidos, se deciden por pequeños detalles. Ocurre casi siempre, a veces, esos momentos determinantes pueden pasar desapercibidos, otros son muy evidentes.
El primer detalle fue un exceso de confianza de Ter Stegen ante la presión de Iñaki Williams, una jugada con una rápida transición y un gol de Neymar.