Otras empresas también participan entre ellas dos españolas, una chilena, una colombiana y una brasileña
Once empresas, entre ellas dos españolas, una chilena, una colombiana, una brasileña y una dominicana, se han interesado por participar en el proceso para la adjudicación del operador del metro de Quito, cuya primera línea está prevista que comience a funcionar en el último trimestre de 2022.
Metro de Quito, la empresa metropolitana a cargo de este sistema de transporte, informó en un comunicado que se encuentra en diálogo con diferentes compañías operadoras ferroviarias internacionales así como en contacto con sus respectivas embajadas en Ecuador.
Entre las firmas que han visitado las instalaciones de Metro de Quito y han mantenido reuniones con sus dirigentes están dos empresas públicas españolas- Renfe, la empresa ferroviaria más grande de España, y TMB, operadora del Metro de Barcelona.
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También visitaron la capital ecuatoriana, representantes de la Empresa de Transporte de Pasajeros Metro, de Chile; del Metro de Medellín (Colombia), de la Compañía del Metropolitano de Sao Paulo (Brasil) y del Metro de Santo Domingo. Asimismo, han mostrado interés la ítalo-nipona Hitachi Rail STS, las francesas RATP DEV, Transdev y Keolis, y la alemana Deustsche Bahn.
Todas estas empresas mantuvieron reuniones con el gerente general de Metro de Quito, Efraín Bastidas, así como con los delegados de las gerencias de operaciones y de equipos e instalaciones, a fin de compartir experiencias y profundizar acerca de los aspectos técnicos, jurídicos y administrativos para presentar ofertas.
El metro de Quito, cuya construcción comenzó en 2013, será el primero de Ecuador y recorrerá la capital del país andino de norte a sur a lo largo de un recorrido de 22,6 kilómetros, donde hay construidas 15 estaciones en las que pararán una flota de 18 trenes, que se encuentran en la fase final de las pruebas de integración.
La obra, realizada por la española Acciona en un tiempo récord tras una inversión pública que supera los 2.000 millones de dólares, está pendiente de la entrega final a la espera de que el Municipio quiteño resuelva cómo gestionarla, tras varios intentos infructuosos.