Miguel Guerrero comenta su último libro

Miguel Guerrero comenta su último libro

POR LEONORA RAMÍREZ S.
Para los dominicanos el año 2003 es un referente de crisis económica y política, del derrumbe estrepitoso de un sector de la banca que estremeció a todo el sistema financiero nacional, y de una terrible incertidumbre en el contexto de las aspiraciones reeleccionistas del ex presidente Hipólito Mejía.

Esas variables son analizadas por el periodista Miguel Guerrero en su nuevo libro “Tocando fondo, la crisis dominicana del 2003”, que será puesto en circulación el ocho de agosto de este año.

Con esta obra, la número once del autor, éste no intenta enjuiciar a los protagonistas de ese proceso, sino generar un debate serio,  desapasionado de todo prejuicio político  que impida ver las razones que propiciaron esa situación, y qué debe hacerse para que en el futuro esas experiencias no se repitan.

De la mano de la cronología periodística Guerrero resalta acontecimientos relacionados con ese período, tal como la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), las crisis internas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), las habilidades del Proyecto Presidencial Hipólito (PPH), así como las contradicciones sociales de un país pobre que se da el lujo de exhibir ofensivas ostentaciones.

“Yo tenía la necesidad de escribir ese libro porque es una forma de recrear la historia, y yo trato de hacer un aporte pequeño al estudio de  una realidad que marcó a la sociedad dominicana.

“El 2003 fue un año intenso en todo el sentido de la palabra, y no hay duda de que hubo  una degradación de las condiciones de vida del dominicano promedio, que se profundizó con la crisis bancaria que estalló en mayo de ese año con la quiebra del Banco Intercontinental (BANINTER), aunque los signos evidentes de la misma se habían dado mucho antes de que las autoridades financieras la enfrentaran”.

El 14 de mayo del 2003 las autoridades monetarias anunciaron al país la detección de un fraude en el BANINTER, ascendente a RD$55,000 millones,  y para salvar el dinero de los ahorrantes se emitieron certificados financieros que hoy son responsables del déficit cuasi fiscal del Banco Central.

Pero además, en ese mismo período ocurrió la quiebra de Bancrédito y el Banco Mercantil, alegadamente por malos manejos financieros. En los tres casos los principales ejecutivos de esas entidades (respectivamente Ramón Báez Figueroa, Manuel Arturo Pellerano y Andrés Aybar) se sometieron a la justicia y esos expedientes se ventilan actualmente en los tribunales.

Para Guerrero esa etapa fue muy traumática para la República Dominicana, “ya que de alguna manera impuso un cambio en la conducción del país, el mismo estilo del ex presidente Mejía irritó a una parte importante de la población, y su forma atípica le hizo mucho daño junto con su irrealista intento de perpetuarse en el poder a través de una reforma constitucional.

“Fue un año en el que mucha gente se empobreció y todavía se vive esa experiencia, y el hecho de querer atribuir a un supuesto mal manejo de la crisis económica la razón de la quiebra bancaria me parece muy exagerado e injusto, por cuanto las autoridades monetarias de entonces y las de ahora han demostrado que ahí hubo una conspiración para defraudar un banco y la economía nacional”.

EL EXPRESIDENTE MEJIA SEGÚN GUERRERO

Otro de los ejes centrales de “Tocando fondo” es la figura del ex presidente Mejía, a quien Guerrero presenta tal cual es, “un hombre auténtico que mostraba rasgos autoritarios que a veces no existían”.

“El usó cosas que le restaron mucha dignidad al cargo, algunas expresiones refiriéndose a personas que se merecían respeto, salidas jocosas que en el fondo no lo eran tanto, y todo eso terminó por minar su reputación y le quitó cierto respeto que requieren los presidentes para emprender las grandes tareas que las situaciones demandan.

“Además estuvo su intento de reelección, a mi me parece que una reforma constitucional con el sólo propósito de restablecer el principio de la reelección me parece inmoral, y yo creo que ese fue uno de sus grandes pecados capitales”.

Al resaltar que el ex madatario pagó con un alto precio sus errores, resaltó que el mismo no ha muerto políticamente.

¿APRENDIO LA SOCIEDAD DOMINICANA?

La sociedad dominicana se da algunos lujos que  no guardan relación con su pobreza, dice con un dejo de preocupación Guerrero. “Somos una nación pobre en todo el sentido de la palabra, los  bajos niveles de educación perpetúan ese estado, pero nuestra pobreza no es sólo material porque en este país no se respeta la Ley, y  una nación en la que se desprecian las reglas está condenada a sufrir muchos padecimientos”.

El análisis es a propósito de la danza de los millones que precedió a la debacle económica del 2003, y al espejismo de riqueza que veía con asombro, según resalta Guerreo en su libro, Miguel Amado, el ex embajador de la Unión Europea.

“El crecimiento económico que  hemos tenido en los últimos años ha traído aparejado una concentración de recursos en pocas manos, hay una  mala distribución del ingreso, entonces la brecha se  hace mucho más grande.

“Durante muchos años se dieron  indicios muy claros de que algo no andaba bien es ese banco (en BANINTER), que los niveles de ostentación y del gasto demostraban que algo estaba ocurriendo, lo que pasa es que decidimos mirar hacia otro lado hasta que esa realidad nos estalló en las  manos y el estruendo todavía resuena en nuestros oídos porque lo estamos pagando”.

 EL ROL DE LA PRENSA EN EL 20033

Guerrero entiende que la prensa dominicana no actuó en complicidad frente  a las dificultades económicas y políticas del 2003, porque como siempre ha jugado un papel destacado en la defensa de la libertad de expresión y de  los derechos humanos.

“Tenemos una prensa respetable, crítica, con un alto sentido de su misión en un ambiente democrático, y los errores que  hayamos cometido son producto muchas veces de no querer hacer daño, pero en sentido general la prensa ha cumplido su rol y lo ha hecho muy virilmente, por lo que juzgarla sólo  por  un hecho me parece endemoniadamente injusto”.

Guerrero no se puede quitar el traje de analista enjundioso, y en el contexto de la crisis del 2003 une los tinglados del sistema político dominicano, la necesidad de que se produzcan cambios sociales y de que se fortalezca la democracia criolla.

Por eso le parece un error, aunque espera que los resultados sean positivos, la concentración de poder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), tal como ocurrió en el 2002 con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Aunque cree que la reforma constitucional que promueve el presidente Leonel Fernández es extemporánea, le parece que debería hacerse mediante una constituyente para que sea totalmente participativa, y sin el sello de la iglesia católica que coordinará los debates.

MIGUEL GUERRERO EN RESUMEN

La entrevista comenzó y terminó con la voz de fondo de Guiseppe Di Stefano, uno de los cantantes de ópera que  más admira este periodista que no quiere perder jamás el olfato noticioso.

Cuando aprendes a amar la ópera difícilmente te entusiasmas por otro tipo de música, dijo un tanto inspirado al destacar que si es cierto que Dios le ha hablado a diferentes personas, está absolutamente convencido de que por lo menos lo hizo con Beethoven y Puccini.

Pero su pasión no termina ahí. “Yo creo que dos de las cosas más grandes de la creación del género humano son la ópera y el béisbol”, expresó este admirador de los Yankees de Nueva York que comporte su delirio beisbolístico con los Medias Rojas de Boston.

Su avidez por la lectura le trazó el camino hacia el periodismo, profesión que le permitió trabajar en diversos medios locales, como el periódico El Caribe, y ser corresponsal de la agencia de prensa UPI.

Guerreo ha escrito once libros, entre estos “Enero de 1962, el despertar dominicano”, “Los últimos días de la vida de Trujillo”, “La ira del tirano”,  “Trujillo y los héroes de junio”,  y “Al borde del caos”.

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