Miguel José Moya fue señalado de corrupción por supuestamente incumplir un contrato de 20 millones de pesos. (Fuente externa / Archivo).
El imputado Miguel José Moya, implicado en el presunto entramado de corrupción encabezado por el exprocurador Jean Alain Rodríguez, negó hoy su participación en los hechos que se le imputa, al tiempo envió mensajes sobre el caso a la procuradora Miriam Germán Brito, al titular de la Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción, Wilson Camacho, y a la directora de Persecución, Yeni Berenice Reynoso.
«Ni Miguel José Moya, ninguno de mis colaboradores, ni mi esposa Sarah Fernández, ni nuestra empresa DIO, jamás, nunca, bajo ninguna circunstancia ha sido parte de ningún acto ilícito; mucho menos ser miembro de un entramado mafioso y con fines de lucro», enfatizó Moya en un video que difundió a través de sus redes sociales, a propósito de los cuestionamientos en su contra.
«Jamás en 30 años de carrera y en 20 años de nuestra institución, hemos sido parte de algún acto ilícito; mucho menos miembros de una estructura criminal, no es cierto», reiteró el fundador de DIO, a quien el Ministerio Público acusa de haber recibido el pago de 20 millones de pesos por servicios de capacitación en la Procuraduría.
Puntualizó que inicialmente había mantenido el silencio sobre el caso, sin embargo, dijo que los últimos eventos lo han colocado en la obligación moral de compartir con su familia, amigos clientes, colaboradores y con la opinión pública en general, sus consideraciones sobre los hechos.
Primer mensaje. En tanto que en su segundo tema, el imputado envió un mensaje a la Procuradora General de la República, Miriam Germán, a quien le externó que ni él ni sus colaboradores tenían conocimiento previo del incidente ocurrido en las evaluaciones del Consejo Nacional de la Magistratura, en la que el procurador de entonces Jean Alain Rodríguez, la realizó el interrogatorio.
Señaló que observó el hecho con el mismo estremecimiento con que lo vieron miles de dominicanos y sintió la misma indignación.
En tanto que al dirigirse a Camacho y a Berenice Reynoso, expuso que estos llevan la tarea de satisfacer la expectativa ciudadana «de altísimo valor emocioanl y moral como que se haga justicia y que termine la corrupción y la impunidad» «Al conocerlo, ahora más de cerca, pude constatar su pasión, determinación y honestidad en esa búsqueda».
Escrutinio. Al referirse a los interrogatorios a los que ha sido sometido en la Procuraduría, Moya señaló que aunque fue tratado en todo momento con respeto, fue sometido a un «escrutinio» «brutal, humillantes y excesivo».
«Pude notar que los magistrados tenían la percepción de que estaban en presencia de un criminal peligroso y manipulador, y en consecuencia, la intensidad del escrutinio respondía a esa percepción inicial», narró.
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Resaltó que la licitación pública realizada con todo el rigor de la ley a finales del 2018, la cual ganó, le permitió un contrato que establecía un compromiso de la empresa que dirige con la Procuraduría, de contribuir con una estrategia de desarrollo organizacional.
Sostuvo que atendiendo a esos compromisos, desarrolló un programa de capacitación, conferencia, charlas y otros que debía ser ejecutado por la Procuraduría, y su contribución fue meramente intelectual y de orientación, cuando ellos lo requerían.
Sin embargo, expuso que la interpretación de ese contrato por parte del Ministerio Público coloca a la empresa y a él en el riesgo de que sea considerado como un fraude, tras indicar que los magistrados interpretan que lo que se denota en el título del contrato, entra en conflicto con las tareas realizadas.