Una de las primeras cosas que hacen las jugadores es comprarle una casa a su madre y se ocupan de gran parte de su familia.
La década del 90 marca el inicio para que las jugadoras de voleibol puedan firmar un buen contrato por ir a jugar como refuerzo a otras naciones en Europa y Asia donde las atletas han logrado acumular una buena suma de dinero.
Además del dinero las jugadoras han logrado fama a nivel mundial, lo que engrandece el deporte dominicano y principalmente el voleibol.
Manifestó que en su primer contrato en Japón, le construyó una casa a su mamá y pagó los estudios a su hermano, quien jugaba béisbol.
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“Las jugadoras ganamos una buena suma de dinero, donde la mayoría lo primero que hace es una casa a su madre, pues venimos de familias pobres de barrios”, dijo.
El contrato para jugar en diferentes países se realiza con los organismos superiores, por medo de depósitos bancarios, luego pasan a las jugadoras”, señaló.
Manifestó que Cristóbal Marte, realiza un gran apoyo a las jugadoras con los contratos y garantizar que lleguen a cada una.
Recordó que por más de 12 años estuvo reforzando en las ligas de Italia, Japón, Rusia, Corea, España y Puerto Rico. “Conocí muchas amigas y gente ligada al voleibol mundial y eso me ayudó a crecer como jugadora y saber los pasos a dar en cada momento”, recalcó.
Milagros se siente orgullosa del tipo de carrera que tuvo.