Puerto Príncipe, (EFE).- Miles de católicos haitianos celebraron este viernes la Pasión de Cristo durante un viacrucis en Puerto Príncipe, recorriendo varias calles y rezando, en un contexto marcado por el agravamiento del clima de inseguridad en el país.
Los católicos aprovecharon para denunciar la situación de seguridad que afecta a Haití, lo que ha empujado a cientos de personas a abandonar sus hogares y refugiarse en otros lugares.
“Hay personas que han sido víctimas de secuestros y otros tipos de violencia. Ladrones han robado todo lo que tienen”, dijo uno de los sacerdotes que ofició el servicio.
Otros, agregó, “están desanimados y han perdido la esperanza. Han perdido el sentido de la vida. Están desorientados».
La mayoría de los participantes del viacrucis eran mujeres, algunas vestidas de blanco. A lo largo del recorrido, los católicos también han apoyado a la población de algunos barrios precarios, constantemente azotados por la violencia armada, como el barrio de Bel’Air.
“Como hijos de Dios, deben poder vivir con dignidad”, añadió el sacerdote en una oración, en la que denunció que debido a la inseguridad, las iglesias católicas no pueden funcionar. Hubo una dedicación especial a la “gente que sufre en Martissant y Fontamara”, situadas en la entrada sur de Puerto Príncipe y secuestradas desde junio de 2021 por guerras entre las bandas armadas que controlan los territorios.
Los actos de violencia y la delincuencia, incluidos los secuestros, han alcanzado un nivel alarmante en los últimos meses en Haití y se han agravado en especial tras el asesinato del presidente Jovenel Moise, en julio pasado, en su residencia de Puerto Príncipe. EFE