People protest against the government of Venezuelan President Nicolas Maduro in Porlamar, Margarita Island on October 26, 2016. Venezuela's opposition ratcheted up the pressure on President Nicolas Maduro at mass protests, announcing plans for a general strike, a new march and a legislative onslaught. More than 20 people were injured and 39 were detained at anti-government protests, the head of a local rights group said. / AFP / STR
Caracas
EFE
La oposición venezolana, que movilizó ayer a decenas de miles de personas en Caracas y varias ciudades del país, decidió que no participará en el diálogo político con el Gobierno anunciado por el Vaticano y convocó a marchar el 3 de noviembre hacia el Palacio presidencial. Además, la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó una huelga general de 12 horas para el próximo viernes. La MUD concretó este miércoles la llamada “Toma de Venezuela” con sendas marchas en la capital y en una decena de entidades del interior, donde algunas manifestaciones acabaron con numerosas detenciones y varios heridos, según la oposición.
La movilización de Caracas estuvo comandada por el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba; el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup; y Lilian Tintori, esposa del opositor encarcelado Leopoldo López, entre otros. Mientras, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, encabezó una reunión del Consejo de Defensa de la Nación (Codena), órgano integrado por todos los poderes del Estado, y saludó una concentración chavista que se dirigió hasta el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, para manifestarle su respaldo.
Pese a la convocatoria del mandatario, el titular del Legislativo no asistió a esta reunión del Codena, que calificó como “un show» por parte del Ejecutivo en contra del Parlamento, de mayoría opositora. Ramos, en cambio, anunció que la Asamblea Nacional determinará la responsabilidad política de Maduro “en abandono del cargo” por lo que afirmó que los opositores marcharán hasta Miraflores el próximo 3 de noviembre para notificárselo al presidente. Por su parte, el secretario ejecutivo de la MUD convocó a una huelga general de 12 horas para el próximo viernes, una medida “en protesta por la violación al derecho al voto” que busca mantener vacías las calles y al “país desierto». Además, Capriles subrayó que la MUD no asistirá a la instalación de una mesa de diálogo con el Gobierno pautada para el próximo domingo.