Acercándose el cierre del primer cuatrimestre del año escolar 2022-2023, como ya es costumbre un nuevo conflicto entre el Ministerio de Educación (MINERD) y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en esta ocasión con relación a la fecha de finalización de las clases y apertura de las vacaciones navideñas.

De acuerdo con la Resolución No. 10-2022 del Consejo Nacional de Educación (CNE), espacio presidido por el ministro de Educación y donde la ADP tiene un asiento con derecho a voto, se estableció el Calendario Escolar que regula las actividades docentes y administrativas del sector público y privado en los centros educativos durante el año escolar lectivo 2022-2023, donde claramente quedó establecido el inicio del periodo de descanso escolar navideño para el día viernes, 23 de diciembre de 2022.

Mientras, que la ADP, gremio que se autopercibe como “libre y soberano de toda potencia” aprobó en el mes de noviembre vía las seccionales en el Gran Santo Domingo que los docentes se retiren al periodo de vacaciones navideñas el día viernes, 16 de diciembre retornando el día 10 de enero de 2023, siendo replicada la medida a nivel nacional y dada como un hecho al enviar a las familias una comunicación institucional con el mandato, entendiéndose por encima de la resolucióndel CNE.

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Según el Artículo 83 literal b) del Reglamento del Estatuto del Docente (Instrumento con basta debilidad jurídica), “el docente tendrá derecho a gozar del siguiente período vacacional: b) En Navidad, diez (10) días laborables. Al computar el periodo “aprobado” por la ADP corresponde a 15 días laborables, cinco días más de los establecidos por el reglamento.

Ante esta situación, una vez más, la ADP juega un rol lesivo al proceso educativo de los niños, niñas y adolescentes; mientras, el MINERD carece de herramientas para controlar y someter al cumplimiento de sus obligaciones a un ente que se ha fortalecido gracias a sus recursos económico derivado del “aporte del sindicato” y el irrespeto hacia su órgano regulador, más bien, su empleador, a quien de manera constante, frontal y sin temor desafía con el objetivo de obtener algún tipo de beneficio, aun sea contrario a su rol angular en el sistema de formación.

Resultado, el MINERD se vió en la obligación de invitar a un diálogo “amigable” a la ADP acordando el cierre para el miércoles, 21 de diciembre, ¡Derrotando Ceo a Urano, una vez más! Lo sorpresivo fue que el ministro Hernández señaló: “tal vez fué un exceso aprobar hasta el 23” descalificando la decisión del órgano que preside.

La distorsión de la ADP y la debilidad institucional del MINERD se han convertido en la dupla perfecta para continuar avanzando con la ruta por el debilitamiento de un sistema educativo ya deficiente, ¿Hasta cuándo esto continuará?