En momentos en que los incendios forestales azotan al país y solo en la Región Este hasta ayer se han registrado 81, siendo más frecuente en las zonas de Bávaro, Friusa, Bulevard El Coral, Verón, Cocotal y avenida Circunvalación, se pone de manifiesto la necesidad de cuidar y preservar los recursos naturales.

El Parque Nacional del Este es la única área protegida de esta región, tiene una extensión superficial de 791 kilómetros cuadrados (km2), incluyendo la zona marina, y se extiende desde las cercanías de Bayahíbe hasta Boca de Yuma, provincia La Altagracia. Incluye la isla Saona (22 km de largo por 5-6 km de ancho y 110 Km2) y el Cayo Catalinita.

La biodiversidad, tanto terrestre como marina, del Parque Nacional del Este es particularmente significativa. Entre los ecosistemas presentes se encuentran a nivel terrestre: bosque latifoliado semihúmedo, matorrales, sabanas de humedales salobres, humedales de agua dulce y zona de escasa vegetación sobre sustrato rocoso. Además los costero-marinos son costa rocosa (acantilados), costa arenosa: playas, manglares, praderas marinas y arrecifes coralinos.

Además en las costas de isla Saona se pueden observar especies marinas, como manatíes, delfines, ballenas jorobadas, chacalotes, tortugas y otras.

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A fin de cuidar y conservar este parque se creó el Plan de Manejo del Parque Nacional del Este (2012-2017) bajo la dirección del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Su objetivo es conservar en estado natural muestras representativas de los ecosistemas, especies y otros objetos de conservación, proteger su acuífero y garantizar el servicio de agua de calidad a las poblaciones relacionadas y las instalaciones hoteleras.

Y también dentro de sus objetivos se encuentran el promover la participación pública en la gestión y conservación del área y contribuir a mejorar los ingresos y las condiciones de vida de las comunidades mediante el desarrollo de servicios ecoturísticos y otras actividades compatibles.

La presidenta de la Junta de Vecinos de Mano Juan, paraje principal de la isla Saona, Dolores Mota, afirmó que el Ministerio de Medio Ambiente se ha olvidado de la isla y aunque cobra por la entrada de turistas, no invierte en la comunidad, servicios de agua potable, recogida de basura, más servicios médicos y acceso a educación. Estos últimos han sido apoyados por donaciones de la empresa CEPM.

Se estima la isla Saona recibe un millón de turistas al año y pagan a Medio Ambiente entre RD$200 y RD$500 por dominicanos y extranjeros.

Dijo que son una comunidad deprimida que vive de la pesca, cultivo de coco, agricultura de autoconsumo y especialmente del turismo y sus actividades relacionadas como servicios de alimentos y bebidas, la artesanía o ventas de productos. Pero en el caso del turismo reciben pocas visitas, porque existen 14 concesiones y son llevados a otras playas.

El comunitario y pescador de la zona Luis Javier Cordero (Félix) abogó por mayor protección y cuidado de la isla por Medio Ambiente y denunció la incursión permanente y creciente de muchos pescadores de La Romana y Boca Chica.

También denunció la desaparición de especies como lambí, langosta, mero y el pez loro, que es vital para los corales. Esto debido a la pesca furtiva de personas invasoras.