Con la finalidad de que no se malinterprete la palabra “congruentes”, la defino conforme al de la Real Academia Española (RAE). (Del lat. Congruens, -entis, part. act. de congruëre ´convenir`). Adj. Conveniente, coherente, lógico.
Esta locución encaja perfectamente cuando nos referimos al ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton, cuando se le preguntó que no sabe sobre las enfermedades o consecuencias para la salud que puedan ocasionar las barcazas que se pensaban instalar en las costas de Azua. Agregando a continuación: “Yo no sé de las enfermedades o consecuencias de una barcaza. Yo de eso no sé, yo soy economista y hablo de economía. Ahora estoy con Medio Ambiente algunos temas los entiendo y puedo hablar”. Eso es congruencia.
Ahora bien, cómo es que el Poder Ejecutivo lo designa en una posición de la cual manifiesta que no sabe nada.
Eso se denomina “incongruencia”, pero debemos reconocer que al menos tuvo el mérito y el valor, de reconocer su impericia.
Otro caso similar ocurrió cuando el ministro de Interior y Policía, Jesús “Chu” Vásquez Martínez, quien se desligó de la problemática de la delincuencia que ocurre en el país, especialmente en Villa Mella, donde los moradores viven momentos de pánico e incertidumbre.
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Entonces, metió las de andar cuando afirmó: “La política de seguridad ciudadana la estamos dirigiendo nosotros, la diseñamos nosotros, ahora, la ejecución de la política, porque yo no soy general, es responsabilidad ya de quien ejecuta la política en materia de seguridad ciudadana.
Esto último, refiriéndose al director general de la Policía Nacional, mayor general Eduardo Alberto Then, al parecer no aquilatando que ese oficial está bajo su dependencia como el ministro de Interior y Policía.
Este es el caso más cómico expresado por un funcionario, sobre todo en materia energética, que es en donde se están produciendo las elevadas tarifas de cobro por el servicio eléctrico.
El ingeniero Milton Morrison afirma que “A mí también me ha subido la tarifa eléctrica”. Esto justifica la sentencia lapidaria: “Mal de muchos, consuelo de tontos”.
Es de rigor reconocer, que la mayoría de las cosas y servicios han subido de precio debido al alza del petróleo y la guerra Rusia-Ucrania ha rebozado la copa. Pero ponerse como ejemplo, es sumamente genial, porque al parecer él, como administrador debería estar exento. Tal vez creyendo que sea una verdad de Perogrullo.
Hemos dejado el caso del ministro Pavel Isa Contreras, para último por afirmar este, que en el caso haitiano, los dominicanos actuamos como racistas.
Al parecer, habrá que donarle textos de historia del pasado glorioso de los patriotas que lucharon para mantener nuestra independencia, precisamente de los que él defiende, quienes abiertamente pretenden identificarse como legítimos amos de la Patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón.
Y nos preguntamos ¿Como es posible que a pesar de las declaraciones sobre el tema haitiano, en el cual considera a los dominicanos “racistas”, el Poder Ejecutivo lo mantenga impertérrito como ministro de Economía, Planificación y Desarrollo?. ¿Qué está sucediendo?, que los dominicanos sin darnos cuenta, estamos lentamente tocando fondo. Ojalá despertemos a tiempo antes de que sea demasiado tarde.