Bogotá.- La lucha contra la corrupción en América Latina debe ir más allá del caso de Odebrecht, aseguró hoy la directora de Cumplimiento de la constructora brasileña, Margarida Smith, quien está en Bogotá para participar en un foro andino anticorrupción.
“Entiendo que el combate a la corrupción es una cosa mucho más amplia que Odebrecht y que toma tiempo y mucha energía”, manifestó en una entrevista con Efe. Smith, que explica en el foro las acciones tomadas por Odebrecht para enfrentar la corrupción destapada con el escándalo “Lava Jato» en Brasil y sus tentáculos en América Latina, dijo que esa tarea involucra a la empresa, gobiernos y a organizaciones de la sociedad civil, como Transparencia Internacional y el brasileño Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad social.
“Lo más importante es que la compañía realmente está trabajando muy duro en reconocer sus errores, pagar sus multas y buscar ganar nuevamente la confianza en la sociedad, seguir trabajando y generar empleos”, afirmó. Con relación al apoyo de los gobiernos, “lo que sentimos es que hay unos que tienen marcos regulatorios o legales mucho más maduros, como es el caso de Estados Unidos, Suiza y Brasil (…) y por supuesto cerramos los acuerdos ahí mucho más rápido”, expresó.
En ese sentido, recordó que siguen colaborando con la justicia de diferentes países y negociando acuerdos como los alcanzados en EE.UU. y Brasil que supusieron a la empresa el pago de multas por casi 2.800 millones de reales (unos 760 millones de dólares). Esa cifra es similar a los 788 millones de dólares en sobornos que Odebrecht en 12 países de Latinoamérica y África, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
“La empresa siempre está colaborando (con la Justicia) de manera amplia y definitiva, con toda la transparencia, porque exactamente queremos que terminemos esa etapa de la historia y tengamos oportunidad de enfocarnos en el futuro”, añadió. Smith reconoce que recuperar la reputación de la empresa tras un escándalo por el pago de sobornos que sacudió a varios países latinoamericanos no es tarea fácil, pero está segura de que saldrán adelante como sucedió en la década pasada con la compañía alemana Siemens, también por el pago de coimas para obtener contratos.
“La recuperación no es sencilla, toma tiempo, pero se apoya en pilares importantes que son cómo trabajar internamente en la gobernanza de la compañía; garantizar que mantenga su capacidad de producción, de generación de riquezas, de generación de empleos” y en la parte externa, en el trabajo con los gobiernos y la sociedad.
Explica que como parte de ese proceso Odebrecht inició en 2016 “una serie de cambios” que comenzaron con la recomposición del consejo de administración de la compañía para dar cabida a consejeros independientes, con experiencia en el mercado y cuyo número supera la media internacional “Hoy tenemos casi el 40 % de consejeros independientes, mucho más que el promedio internacional, que es del 20 % (…) son personas que tienen mucha experiencia y tienen una reputación que cuidar (…) incluso está ahí un representante de Transparencia Internacional y expertos de otras áreas y otras regiones en casos anticorrupción”, manifestó.
En su mejor momento, Odebrecht llegó a tener 180.000 empleados en el mundo, pero hoy son un tercio de ellos, cerca de 60.000, lo que Smith atribuye no solo al escándalo sino también a las crisis financieras o económicas “de muchos de los países donde operamos”, en especial Brasil, su país de origen.
“Brasil vive quizás la peor crisis de su historia y eso impacta a todas las compañías, especialmente a las de construcción e infraestructura”, afirmó.
Explica que pese al escándalo, la constructora está presente en 21 países y tiene obras en 13 de ellos, como Estados Unidos, donde tiene un contrato en la zona de equipajes del aeropuerto de Miami y en carreteras en Houston (Texas), así como en Panamá, donde siguen trabajando en el metro de la capital, y en el propio Brasil “donde tenemos ya nuevas obras, donde nos invitaron a participar».
En el caso de Colombia, el Gobierno le suspendió a la empresa el contrato para la construcción del segundo tramo de la carretera Ruta del Sol por el pago de sobornos que, según el Departamento de Justicia de EE.UU., ascendieron a más de 11 millones de dólares entre 2009 y 2014, pero según la Fiscalía, las coimas fueron de 84.000 millones de pesos (unos 27 millones de dólares).
“Eso (la suspensión del contrato) nos sorprendió, me imagino que el Gobierno tiene su razones, pero nos sorprendió (…) En todos los países, cuando discutíamos los acuerdos, terminábamos las obras y me da mucha pena que eso no pasó aquí en Colombia pero espero que eso cambie”, expresó.
Odebrecht aspira a volver a licitar en Colombia, donde llegó a tener 4.000 trabajadores, porque “no tenemos impedimento para trabajar en ningún país”, dice, y confían en tener la oportunidad de abrir una nueva etapa en el país porque “la compañía tiene mucha musculatura». “Sólo queremos una oportunidad, sabemos que no tenemos una segunda chance y somos muy serios en todo eso”, concluyó.