“...Una pintura que trata sobre la desigualdad social en el contexto migratorio ilegal evidenciando las tragedias de los viajes ilegales por el mar...”
El museo de las Casas Reales nos ha permitido presenciar, visitar y contemplar una exhibición de pintura contemporánea de artistas de Puerto Rico y de República Dominicana, organizada por el gestor artístico y cultural Juan José Mesa.
El título en sí atrae a una curiosidad de concepto que el curador evidencia con el referente de los artistas españoles y franceses, quienes por la primera mitad del siglo veinte se manifestaron de cada lado del Pirineo catalán, en una dinámica expositiva de cada lado de la frontera que se exponía en Barcelona, cuando la ciudad condal, se hizo manifiesto de la posmodernidad. Los lazos de hermandad humana e histórica entre las dos islas son ejemplo universal.
Tanto Puerto Rico, como República Dominicana han tenido mujeres y hombres que sellaron su fraternidad caribeña para siempre.
“De aquí y de allá” se presenta en el Museo de las Casas Reales, estableciendo la memoria histórica de las dos islas con las figuras de Betances y Duarte, pero también con el pronunciamiento legislativo del director de la Cámara de Representantes de Puerto Rico y el presidente de la Cámara de Diputados de República Dominicana.
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Queda claro en sus presencias compartidas, que los dos legisladores certifican y confirman el valor político cultural de este encuentro.
Y, qué bueno que sea a través del arte que se plasme y revalore la amistad dominico-puertorriqueña, que fue fructífera, intensa y sostenida con mucha calidad de acontecimientos artísticos y culturales en los setenta y ochenta, una fraternidad que consta en nuestra memoria con el recibimiento a Juan Bosch en su exilio, pero también en los lazos de convivencias literarios hacia Pedro Mir, hijo de Borinquen, así como toda la admiración y respeto de los y las intelectuales hacia Julia de Burgos.
El día de su apertura, la diputada Betty Gerónimo expresó: “esta exposición es una oportunidad más para resaltar nuestras raíces a través del arte”.
Esta colaboración de la Cámara de Representantes de Puerto Rico y de la Cámara de Diputados de República Dominicana sella con broche de oro la hermandad entre las dos islas y confirma la identidad caribeña desde la implicación del Caribe hispano con su identidad ,y su historia.
El acto inaugural fue una auténtica convocatoria de artistas e intelectuales que acudieron a la muestra con solemnidad y admiración, y observamos que nos impresionó mucho la emoción de Alfredo Pacheco, presidente de nuestra Cámara de Diputados, al recibir sorpresivamente la medalla Ricardo Alegría, cuyo nombre significa profundo respeto por un prestigioso historiador y arqueólogo boricua, quien fue el primer director fundador del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
El contenido visual de la muestra resalta a artistas de la Isla del Encanto que tienen una gran trayectoria, como es el caso de Diógenes Ballester, a quien conocimos en París con su destacada obra rica en elementos pictóricos sincretistas y evocaciones místicas de las creencias insulares, así como Nora Rodríguez Valles con su obra “Mar de ancestros III”, que acentúa el vínculo de las artes con las creencias mágico religiosas de nuestro Caribe.
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En la participación de los artistas dominicanos, la obra de Ada Balcacer confirma una vez más la limpieza de la maestra cuando de matices de luces se trata.
Nos llamaron la atención las obras de Rosa Tavárez con un díptico impecable donde se desprende su factura excepcional con los espacios cromáticos, llevándolos a un abstraccionismo lírico y sensual.
Pero no podemos dejar sin señalar la obra sorprendente de Alberto Ulloa, con un bodegón constructivista, agitado por la definición del fushia y del rojo que el maestro pone a convivir con alegría.
Enriquillo Amiama, con la obra “Van Gogh y la razón contenida”, impone sus colores fuertes y agudos utilizando collages en una técnica mixta sobre tela.
“La Virgen de la Altagracia”, de la artista Mirna Ledesma, es una invitación del curador y gestor cultural Juan José Mesa para que esta hiciera presente a Clara Ledesma, probando a su sobrina en un ejercicio que la llevara al acercamiento con la factura de la maestra.
Estamos frente a una reproducción fiel a la pintura original de Clara Ledesma, autorizada por Galo Ledesma Terrazas.
El boricua y reconocido artista también director de Cultura de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, se ha manifestado con una pintura que trata sobre la desigualdad social en el contexto migratorio ilegal evidenciando las tragedias de los viajes ilegales por el mar… En su intervención Alegría declaró: “Muchas veces los artistas se ofrecen a modo de oráculo para ver con mayor claridad el presente para valorar o revalorar el pasado y disipar las potencialidades del futuro”.
Frente a los desafíos del siglo 21, la hermandad entre los pueblos del Caribe nos parece fundamental y más aún cuando están identificados por los imaginarios, el arte y la cultura.
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Tanto República Dominicana como Puerto Rico son un ejemplo visible a través de la Historia de que se puede crear y fomentar cooperación educativa, cultural e intelectual entre los pueblos caribeños, que la insularidad no es un obstáculo.
Felicitamos a las dos cámaras legislativas de Borinquen y de Quisqueya por haber hecho posible este encuentro visual y artístico, y también saludamos con ánimo de apoyo y admiración a los dos curadores Rubén Moreira por la parte boricua y Juan José Mesa por República Dominicana.
Hemos intercambiado con los curadores y todo parece indicar que el concepto irá enriqueciéndose y alimentándose de visiones posmodernas con apertura hacia el arte conceptual, tomando en cuenta que tanto Puerto Rico como República Dominicana son dos naciones con un patrimonio artístico de alto nivel conceptual. Lo esperamos con mucho interés,