Mirando al desarrollo

Mirando al desarrollo

Cuando hace unos años estuve en Shanghái, una de las ciudades más importantes de la República Popular de China, me llevaron a un museo para ver en fotografías y videos la evolución de esa ciudad desde los últimos cincuenta años. Cada piso indicaba un periodo de su evolución histórica. Pero lo que más me impresionó fue que había un piso que mostraba lo que sería Shanghái en los próximos treinta años. Los asiáticos ponen la vista más en el futuro que en el pasado. Los latinoamericanos, decía una vez el actual presidente colombiano, pone más la mirada en el pasado que en el futuro.

La construcción de numerosas aulas que viene realizando el Gobierno del presidente Danilo Medina es importante. La extensión del horario escolar y la provisión de desayunos y meriendas a los estudiantes también lo es. Igualmente importante lo es el contenido, lo que se enseña en las aulas. Y si se extiende el horario, de igual modo hay que extender y ampliar los contenidos. La cantidad, como diría el ex presidente Juan Bosch, debe mostrarse en calidad.

Cuando llegué a Corea del Sur como embajador en el 2004 había apenas cuatro acuerdos firmados entre las dos naciones. Cuando salí en el 2010, dejé firmados cerca de 27 acuerdos de cooperación entre esa nación y nuestro país. Y uno de esos acuerdos fue el que firmó el Ministerio de Educación de Corea del Sur y el Ministerio de Educación de la República Dominicana, en el año 2008.

El propósito de ese acuerdo fue primeramente hacer un diagnóstico de las necesidades del sector educativo nacional y establecer el perfil. El KERIS, un instituto coreano de investigación para la educación, estaba dispuesto a ver qué estudiantes queremos para el país y qué formación darle a los maestros, definiendo qué tecnologías. No deben tener iguales contenidos una provincia que se especializa en turismo como Samaná a otra que se fundamenta en el sector agrícola como San Juan de la Maguana. Debería haber un contenido diferente. La educación y los estudiantes que salgan de nuestras aulas deberían estar orientados al plan de desarrollo del país.

El Gobierno está trabajando en los contenidos de las tandas extendidas. Por eso, hay que retomar ese acuerdo, que creo que todavía está vigente y solo hay que ponerlo en ejecución. Y contempla la introducción de tecnologías para la formación del maestro. Y esa capacitación, al menos, no le costaba nada al Estado dominicano. Y hasta llegó una comisión del sector educativo coreano al país, y se realizaron con dificultad las primeras reuniones. Pero no hubo mucho seguimiento a nivel local.

Se trata, pues, de introducir una estrategia de modernización y transformación del sistema educativo dominicano, usando las tecnologías de la información y la comunicación para que el país pueda mirar más a la búsqueda de su desarrollo y pueda competir en el exterior.

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