Caracas. La nueva reina de belleza de Venezuela Sthefany Gutiérrez manifestó hoy sin tapujos su interés por hacer carrera política en su país, y se mostró a favor de las mujeres de la industria del entretenimiento que en las últimas semanas han denunciado haber sufrido acoso o abuso sexual en varias partes del mundo.
“Me encantaría optar por un cargo político porque me gustan las ciencias políticas. Ser presidenta de mi país ¿por qué no? Tengo 18 años y creo que puedo seguir estudiando y preparándome para eso”, dijo la estudiante de Derecho durante un encuentro con la prensa, un día después de haber sido coronada como la nueva Miss Venezuela.
Aseguró que dedicarse al activismo político, incluso en un país tan polarizado como el suyo, la “llenaría” de satisfacciones “porque estaría ayudando de una u otra forma (…) a sacar adelante” la nación petrolera, sumida en una profunda crisis con hiperinflación y escasez generalizada.
Cree además que haber alcanzado el título de la mujer más bella del país le brinda una “oportunidad más grande para lograr” estas metas.
Consultada por Efe sobre las denuncias de acoso y abuso sexual que han hecho públicas varias modelos y actrices, la joven morena no dudó en repudiar estas prácticas dentro del mundo del espectáculo e instó a las venezolanas a no callar ante agresiones similares.
“La persona que se sienta acosada sexualmente tiene que denunciarlo de inmediato, sea en la industria del entretenimiento o sea en la vida común.
Eso es algo muy delicado, creo que ninguna mujer debería pasar por eso, porque nosotras las mujeres nos debemos respeto”, sostuvo.
En este sentido, pidió a las mujeres vencer el miedo y exponer públicamente y sin dejar pasar “mucho tiempo” a quienes pudieran estar “acosándolas” o “denigrándolas».
La reina, que recibió la corona de la también morena Keisy Sayago, consideró que con la celebración de este concurso, el fenómeno social por excelencia de los venezolanos, el canal privado Venevisión, que transmitió el certamen, dio un respiro a los ciudadanos en medio de la profunda crisis nacional.
“Dimos una alegría a nuestro país en medio de esta crisis, en medio de tanto estrés, en medio de quizá un poco de tristeza”, dijo y afirmó que aunque la edición de ayer -la número 65- contó con menor presupuesto no tuvo “nada que envidiarle” a otras galas en las que sí se presentaron artistas internacionales o tuvieron lugar en aforos más grandes.
En otro orden de cosas, negó tener intención de practicarse alguna cirugía plástica ni algún cambio a su apariencia, incluida su larga cabellera, aunque reconoció tener “un conjunto de cosas” por mejorar ya no en el aspecto físico.
“Tengo un año para prepararme (para el certamen Miss Universo), para seguir creciendo, para seguir madurando, y creo que todo está por venir.
Tengo que mejorar mi oratoria, mi pasarela, mi presencia, muchísimas cosas”, señaló.
Aunque nacida en el estado Anzoátegui (este), la nueva jerarca de la belleza nacional representó en la competencia al estado Delta Amacuro (noreste), el segundo menos poblado del país, circunstancias que no aminoraron, según dijo, haber “cumplido el sueño de toda niña venezolana».
“Quiero demostrar que nosotras las mujeres venezolanas donde nos paremos somos imponentes, tenemos actitud, podemos ser”, agregó la reina que mantuvo siempre un tono jovial en sus declaraciones.
Venezuela es uno de los países más galardonados en las competiciones globales de belleza como el Miss Mundo o el Miss Internacional, y ganó incluso un Récord Guinness por conseguir que dos participantes de ese país lograsen el título de Miss Universo en dos años consecutivos, aunque ha ganado este título en siete ocasiones.