Mocoa (Colombia). La ciudad colombiana de Mocoa era hoy una zona de desastre, donde decenas de socorristas buscaban entre una espesa capa de lodo a supervivientes, heridos y cadáveres dejados por la avalancha que asoló en la madrugada del sábado la capital del departamento selvático de Putumayo.
El río Mocoa y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos formaron riadas de agua, lodo, piedras y árboles que arrasaron 17 barrios de esta ciudad de unos 45.000 habitantes situada en el sur de Colombia, en la zona de frontera con Ecuador. Al menos 254 muertos, entre ellos 43 menores de edad, y 203 heridos dejaba la tragedia, según las cifras revisadas y divulgadas la noche del domingo por el presidente del país, Juan Manuel Santos, que viajó por segundo día consecutivo a Mocoa para dirigir las tareas de atención de las víctimas.
Gran parte de la capital del Putumayo, un departamento tradicionalmente afectado por el conflicto armado y los cultivos de coca, permanecía este domingo bajo una espesa capa de lodo en la que sobresalían restos de casas, muebles, troncos y decenas de vehículos arrastrados por fuerza de la naturaleza. “Me informan que desgraciadamente la cifra de muertos subió a 254”, escribió Santos en su cuenta de Twitter. Previamente, el director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Eduardo Valdés, había dicho que “al momento tenemos registrados 248 cadáveres”, precisando que habían sido hechas 108 necropsias, «45 identificaciones plenas y entregado 34 cadáveres” a familiares.
La cifra de heridos se mantiene en 203, según Santos, quien aseguró que no tienen “ninguna persona oficialmente declarada como desaparecida” pese a que por la zona de la tragedia deambulan numerosas personas buscando a familiares y amigos de quienes no saben nada desde la noche del viernes.