CIUDAD DEL VATICANO. Una conocida monja nigeriana atacó el sábado la cultura del silencio que desde hace mucho tiempo encubre los abusos sexuales cometidos por el clero católico, al afirmar ante una cumbre en el Vaticano que la transparencia y el reconocimiento de los errores son requisitos para recuperar la confianza.
A continuación, un cardenal alemán dijo que los archivos de la iglesia sobre los abusadores habían sido destruidos, las víctimas acalladas y las normas ignoradas, canceladas o soslayadas, todo con tal de ocultar el escándalo.
La hermana Veronica Openibo y el cardenal Reinhard Marx emitieron fuertes mensajes a los 190 jerarcas eclesiásticos reunidos en la tercera de las cuatro jornadas de la cumbre presidida por el papa Francisco, dedicada a la prevención del abuso y la protección de los niños.
Pocas mujeres, Openibo entre ellas, fueron invitadas a la reunión, y la monja aprovechó su momento en la tribuna para fustigar a los líderes de la iglesia por su silencio ante semejantes crímenes.
“¿Cómo es posible que la iglesia clerical permaneciera en silencio, encubriendo estos hechos atroces?», preguntó.
“Debemos reconocer que nuestra mediocridad, hipocresía y complacencia nos han llevado a este lugar lamentable y escandaloso en que nos encontramos como iglesia».
Por su parte, Marx reclamó una redefinición del código legal conocido como “secreto pontificio» y la publicación de las estadísticas pertinentes.
Dijo que sería un primer paso para restaurar la confianza de los fieles y salir al cruce de las teorías conspirativas de que la iglesia sigue ocultando los abusos.
“Si no lo logramos, perdemos la oportunidad de mantener un nivel de autodeterminación con respecto a la información o quedamos expuestos a la sospecha del encubrimiento», advirtió.