Monseñor Ozoria pondera la importancia de la fraternidad

Monseñor Ozoria pondera la importancia de la fraternidad

Francisco Ozoria Acosta durante la homilía. José Francisco.

El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, ponderó ayer la importancia de la fraternidad y de que los cristianos vivan conforme a los frutos de la verdadera conversión.

Ozoria Acosta hizo la reflexión al encabezar la misa que abre el Año Jubilar Arquidiocesano, celebrada en la Catedral Primada de América, en la Ciudad Colonial, en Santo Domingo.

El líder religioso sostuvo que el año que está a punto de iniciar es propicio para que cada cristiano camine hacia Cristo, con pasos de conversión y fraternidad.

“Cristo nos está pidiendo una auténtica conversión y el año santo que se aproxima debe movernos y motivarnos a esa conversión”, expresó Ozoria Acosta durante su homilía.

Pero además de eso, monseñor dijo que esa expresión de confraternidad y de conversión, como fruto de la fe en Cristo, debe evidenciarse de forma especial en el seno familiar para que los padres pueden transmitirlas a sus hijos.

TRANSMITIR LA FE

Ozoria fue enfático en afirmar que tan importante es vivir la fe, como transmitirla, aunque reconoce es ahí donde radica el gran problema, “porque a veces papá y mamá son gente de fe, pero eso no se da en los hijos, que abandonan la práctica religiosa”.

Llamó a los feligreses católicos a esforzarse por vivir la fe, pero también por transmitirla.

El arzobispo metropolitano manifestó que a pesar de los signos de muerte y sufrimientos que aquejan a toda la humanidad, este año jubilar debe ser de esperanza y de cambios en la sociedad, en las familias y en la iglesia.

“Si el final de este año jubilar no vemos signos de caridad fehacientes, con las consecuentes superación de las divisiones, la disminución de la pobreza extrema y el cese de las guerras y las injusticias, significará que no actuamos bien”, expuso.

Año de conversión
Monseñor Francisco Ozoria dijo que el “año santo” debe ser de conversión y cambio, que tiene que producir caridad, amor, fraternidad y fortalecimiento de la fe.

Sin embargo, el líder de la Iglesia Católica entiende que eso solo puede ser posible si los creyentes viven la fe en Cristo, dando fruto de verdadera conversión.

Peregrinación
Previo a la celebración de la eucaristía, en la que participaron obispos, sacerdotes y diáconos, los feligreses católicos hicieron una peregrinación en procesión, desde la Puerta del Conde, hasta la Catedral.

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