Hay razones para que la RD aproveche su desarrollo agropecuario e industrial para exportar al mercado cubano
Los hechos sucedidos tras el agudizamiento de la crisis inmigratoria en Estados Unidos, aprovechados por el presidente de México, Andrés Manual López Obrador, para ganar un liderazgo regional en el abordaje del problema migratorio en su país y Centroamérica y el Caribe (sobre la base de que la solución del problema migratorio debía basarse en la ayuda a los países emisores de migrantes para que en sus países se generen condiciones que no incentiven a sus ciudadanos a emigrar), parecen ser meras coincidencias, pero en el caso de Cuba en realidad constituyen un movimiento de fichas sobre el tablero que conduce a que las importaciones cubanas comiencen a fluir, por lo menos a las de alimentos.
La República Dominicana ha entendido la coyuntura y quiere aprovecharla.
No fue casual que en septiembre de 2023 una delegación del Ministerio de Relaciones Exteriores, encabezada por el canciller Roberto Álvarez, hiciera una visita oficial a la República de Cuba, donde sostuvo reuniones y visitas de trabajo que sirvieron a ambos países para identificar proyectos de cooperación bilateral, intercambio comercial y otros tipos de colaboración, en beneficio de ambos pueblos.
Tampoco fue casual que luego, en el mismo mes de septiembre, el presidente Luis Abinader visitara a Cuba para participar en la asamblea del Grupo de los 77 y China.
Igualmente, no fue fortuito que el ministro de Turismo, David Collado, visitara a Cuba a finales del mes pasado para participar en la 69ª edición de la reunión de la Comisión Regional para las Américas de ONU-Turismo, donde abogó por un trabajo conjunto de las naciones de la región para potenciar el sector turístico.
La visita de Collado fue aprovechada por el ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García Granda, para entregarle a la República Dominicana una propuesta para explorar oportunidades del turismo multidestino, lo cual puede ser de mucho provecho para ambas naciones, pues presenta la oportunidad de posicionar a la región como una opción de viajes multidestino y atraer nuevos mercados en la medida en que se profundiza el desarrollo y promoción de los atributos naturales, históricos y culturales de cada país.
Además, el multidestino trae más comercio interregional, que se aprovecha de una mayor conectividad aérea y marítima y costos más bajos en el transporte.
Una pista de hacia dónde conduce el movimiento de fichas nos la da también la V Conferencia Agrícola Estados Unidos-Cuba, que finalizó este miércoles en el Hotel Nacional de Cuba y en marco de la cual empresarios, granjeros y políticos estadounidenses que apuestan por normalizar las relaciones entre La Habana y Washington y desarrollar el intercambio agrícola.
Cuando esto ocurría ya se había dado a conocer la información de que el Gobierno de Cuba culminó la certificación de tres empresas avícolas dominicanas, que quedaron formalmente avaladas para vender pollos, huevos y alimentos procesados que suplirán parte del consumo de la nación caribeña.
Este proceso se había iniciado con el acercamiento entre ambos países a través de una de esas empresas, que comenzó a exportar huevos a la vecina isla tras el cierre de la frontera con Haití en septiembre de 2023.
La industria avícola nacional cerró el 2023 con una producción de más de 432,000 toneladas de pollos y más de 3,000 millones de huevos, y asegura estar en capacidad de aumentar aún más su producción para exportar.
Hay nuevas razones para pensar en el mercado cubano: Western Union anunció la reanudación de envío de remesas de Estados Unidos a Cuba, que constituyen una de las principales fuentes de ingresos de divisas de la isla para financiar sus importaciones.
El sistema estaba colapsado desde hace tres meses, lo que había obligado a los cubanos a buscar alternativas más costosas.
Además, el Departamento de Estado de EUA acaba de retirar a Cuba de la lista de países que no están cooperando por completo con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos porque las circunstancias que determinan esa certificación «cambiaron entre 2022 y 2023».
O sea que hay razones para que la República Dominicana aproveche su desarrollo agropecuario e industrial para aumentar sus exportaciones al mercado cubano, sobre todo en la exportación de alimentos. Y todo parece indicar que, estimulados por un entorno más amigable, estamos en eso.