HONG KONG. Los manifestantes prodemocracia en Hong Kong fueron desalojados el jueves de sus campamentos y se enfrentan ahora a una «larga marcha» para institucionalizar su movimiento y entrar en política para lograr concesiones de Pekín, según los analistas.
Después de ocupar durante dos meses un espacio público, con bloqueos y manifestaciones que tuvieron repercusión mundial, las movilizaciones lograron avances modestos en la principal reivindicación, la instauración del sufragio universal para la elección del próximo jefe del ejecutivo de Hong Kong, en 2017.
Las autoridades chinas siguen exigiendo que los candidatos tengan el aval de un comité, lo que, según los manifestantes prodemocracia, desembocaría en la elección de un candidato controlado por Pekín. «Pekín no va a querer hacer concesiones sustanciales», explicó a la AFP Sebastian Veg, director del Instituto Francés de Estudios sobre la China Contemporánea.
En su editorial de este viernes, el diario China Daily afirmó que el gobierno central «no va a hacer concesiones» y habló de «la derrota de la revolución de los paraguas».
Por su parte el diario South China Morning Post, la publicación anglófona de referencia en Hong Kong, pidió que se exijan objetivos que sean realistas.
«Hay que poner sobre la mesa propuestas concretas que estén dentro del marco legal ¡de la Asamblea Nacional Popular¿, que tengan más oportunidades de ser aceptadas por los diputados», que van a votar el proyecto final de reformas.
Según Sebastien Veg, los manifestantes, en su mayoría jóvenes estudiantes y asalariados, no lo tienen todo perdido. «Es una generación que toma posesión de su ciudad», asegura.
– Nuevas formas de resistencia – Los manifestantes se tomaron la calle durante 11 semanas, un hecho impensable hasta ahora, y las concentraciones se desarrollaron de forma pacífica bloqueando la circulación de los coches y tranvías en las principales arterias de la ciudad, una megápolis símbolo de la globalización financiera.
Esta movilización perturbó a los barrios comerciales tomados por los turistas chinos e intentó incluso penetrar en el parlamento y en la sede del ejecutivo.
Esta generación, que proviene de la «burguesía ilustrada» de Hong Kong, «ha descubierto la política y es así como se entra en la democracia», dijo a la AFP Jean-Luc Domenach, director de la Fundación Nacional de Ciencias Políticas. Según la diputada Claudia Mo, «el despertar de la consciencia política de la juventud es irreversible y el combate sigue».
Además afirmó que va a hacer nuevas acciones en la calle, que desarrollen «nuevas formas de resistencia». Sin embargo, Veg cree que al movimiento le queda todavía «una larga marcha» a través de las instituciones.
«Van a avanzar en el mundo político, económico y jurídico y van a tomar posiciones de poder», compartiendo «una experiencia generacional común», que va a representar una especie de base ideológica, afirmó el experto. Varios sondeos muestran que la federación de estudiantes de Hong Kong, en la vanguardia de las protestas, sigue siendo muy popular.
Esta organización podría presentar candidatos a las elecciones de distrito en 2015, donde 18 distritos están controlados por partidarios de Pekín o podrían apoyar a partidos prodemocráticos.