Muchos planes pero casi todos se convierten en ilusiones

Muchos planes pero casi todos se convierten en   ilusiones

Fabio Herrera Miniño.

Es la época del año en sus finales cuando la mente se niega a escudriñar en lo sucedido en el pasado reciente. Y el esfuerzo creador de nuevas ideas se enrarece y es necesario sobreponerse a las distracciones de la temporada y tratar de ofrecerle al lector dándole cuerpo a lo que uno realiza cada día igual a los anteriores y sentirse con el deber cumplido.

Este año ha traído muchas novedades desde el sector gubernamental en donde un equipo de políticos jóvenes sin experiencia han cometido muchos errores de procedimiento pero al menos el país ha sobrevivido.

No es un secreto para nadie que desde su instalación en agosto del 2020 se fue forjando una cadena y acontecimientos que todavía mantiene su vigencia de crecer e ir provocando una carga muy difícil de eliminar y posible entorpecedora de lo que hubiese sido un buen Gobierno.

No es un secreto para nadie que se emprendieron muchos planes improvisados y apenas pudieron arrancar y otros se han olvidado.

El más debatido de los fracasos fue el preparado para la educación en los hogares con los niños en sus casas por ese distanciamiento para hacerle frente a la pandemia del COVID-19 que encerró a todo el mundo en sus hogares pretendiendo impartir clases a distancia siendo los únicos favorecidos los que vendieron los equipos de computadoras y tabletas.

Luego se quiso hacer un esfuerzo con la eliminación del analfabetismo y ha sido un tremendo fracaso que ya nadie se acuerda de esas inversiones iniciales. El programa pasó a mejor vida y se le ha dejado apagarse por sí mismo.

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Ya nadie se acuerda de ese programa concebido para erradicar definitivamente el analfabetismo.

La culminación de los fracasos de los planes concebidos, tan solo en un ardor juvenil de un deseo de arreglar las cosas, ha sido con el X Censo que supuestamente finalizado hay todavía más del 40 por ciento de los hogares sin empadronarse en donde hay sectores enteros de la Capital y de varias poblaciones que no han visto el celaje de un empadronador en zonas enteras pese a que andaban en trulla todos juntos sin tener un plan organizado de ni siquiera ir casa por casa.

Miles de millones de pesos malgastaron en el censo y almacenadas han quedado miles de tabletas y computadoras casi todas se han ido al basurero y engrosando las cuentas de los vendedores usuales.

Son los beneficiarios tradicionales de las compras gubernamentales en que casi siempre los ganadores son muy allegados a los encargados de compras y tan solo se ubican a los allegados a tales mecanismos de compras.

Cuando el Gobierno exhibe logros no se acuerda de los fracasos que son un lastre muy pesado.

Es una carga irreversible que afecta futuras decisiones o es cuando las autoridades superiores si no están cegados en falsos triunfalismos podrían darse cuenta cuáles son los fallos cuya parte más notable es la forma de cómo se desborda el pago a la propaganda oficial que ahora supera con creces la que se hizo en el pasado por otros Gobiernos.

Es que se quiere vender la imagen de un Gobierno eficiente pero el andamiaje utilizado fue un ensamblaje que quiere arropar al país entero con ilusiones y falsas novedades en donde el entusiasmo se desinfló.