Olympia Dukakis, la veterana actriz de teatro y cine cuyo talento para los papeles maternos la llevó a ganar un Oscar como la madre de Cher en la comedia romántica “Moonstruck” (“Hechizo de luna”), falleció. Tenía 89 años.
Allison Levy, su agente en Innovative Artists, dijo el sábado que Dukakis murió por la mañana en su casa en Nueva York. No se dio a conocer de inmediato la causa del deceso. Dukakis ganó su Premio de la Academia tras una sorprendente cadena de circunstancias, comenzando con la recomendación de la autora Nora Ephron de que interpretara a la madre de Meryl Streep en la adaptación cinematográfica del libro de Ephron “Heartburn” (“El difícil arte de amar”).
Dukakis consiguió el papel, pero sus escenas fueron eliminadas de la película. Para compensarla, el director Mike Nichols la eligió para su exitosa obra teatral “Social Security”. El director Norman Jewison la vio en ese papel y la contrató para “Moonstruck”. Dukakis recibió el Oscar a la mejor actriz de reparto y Cher se alzó con el trofeo a la mejor actriz.
Se refirió a su victoria de 1988 como “el año de los Dukakis”, porque también fue el año en que el gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis, su primo, fue el candidato presidencial del Partido Demócrata. En la ceremonia sostuvo su estatuilla en alto y gritó: “OK, Michael, ívamos!” Dukakis había anhelado ser actriz desde temprana edad y esperaba estudiar teatro en la universidad.
Sus padres, inmigrantes griegos, insistieron en que estudiara algo más práctico, por lo que cursó fisioterapia en la Universidad de Boston con una beca de la Fundación Nacional para la Parálisis Infantil. Después de obtener su licenciatura, trabajó en un hospital con poco personal en Marmet, Virginia Occidental, y en el Hospital para Enfermedades Contagiosas en Boston. Pero el atractivo del teatro finalmente la llevó a estudiar arte dramático en la Universidad de Boston.
Fue un cambio impactante, le dijo a un entrevistador en 1988, al contar que pasó del tranquilo mundo de la ciencia a uno en el que los estudiantes les gritaban rutinariamente a los profesores. “Pensé que todos estaban locos”, dijo. “Fue maravilloso”. Sin embargo, su primera actuación en la escuela de posgrado fue un desastre: se quedó sin palabras, congelada en el escenario.
Luego que un profesor la ayudó a dominar su pánico escénico, comenzó a trabajar en puestas de verano. En 1960 hizo su debut off-Broadway, y dos años más tarde tuvo un pequeño papel en “The Aspern Papers” (“Los papeles de Aspern”) en Broadway. Después de tres años en un teatro regional de Boston, Dukakis se mudó a Nueva York y se casó con el actor Louis Zorich. Durante sus primeros años de matrimonio, los trabajos de actuación fueron escasos y Dukakis se desempeñó como camarera y mesera, entre otros oficios.
Ella y Zorich tuvieron tres hijos: Christina, Peter y Stefan. Decidieron que era demasiado difícil criar hijos en Nueva York con ingresos limitados, y se mudaron a una casa centenaria en Montclair, Nueva Jersey, un suburbio de Nueva York. Su victoria en los Oscar desembocó en más papeles maternos en el cine.
Fue la madre de Kirstie Alley en “Look Who’s Talking” (“Mira quién habla”) y su secuela, “Look Who’s Talking Too” (“Mira quién habla también”); la viuda sardónica en “Steel Magnolias” (“Magnolias de acero”) y la esposa dominante de Jack Lemmon (y madre de Ted Danson) en “Dad” (“Mi viejo”).
Pero el teatro fue su primer amor. “Mi ambición no era ganar el Oscar”, comentó tras su victoria por “Moonstruck”. “Era interpretar los grandes papeles”. Lo logró en Nueva York, en producciones como “Mother Courage and Her Children” (“Madre Coraje y sus hijos”) de Bertolt Brecht, “Long Day’s Journey into Night” (“Largo viaje hacia la noche”) de Eugene O’Neill y “The Rose Tattoo” (“La rosa tatuada”) de Tennessee Williams.
Durante dos décadas dirigió la Whole Theatre Company en Montclair, Nueva Jersey, que se especializaba en dramas clásicos. Mientras su pasión era el escenario, un diálogo de su personaje de Rose en “Moonstruck” parece apropiado: “Sólo quiero que sepas que no importa lo que hagas, vas a morir, como todos los demás”.