RIO DE JANEIRO . Veinte periodistas también murieron en el accidente aéreo que devastó a un equipo de fútbol brasileño, dijeron el martes las autoridades.

Autoridades colombianas de aviación indicaron que 21 de los 77 pasajeros a bordo del avión fletado eran periodistas que cubrían al equipo Chapecoense, del sur de Brasil, y su próximo partido de la Copa Sudamericana a disputarse en Medellín, Colombia.

Uno de los seis supervivientes fue un periodista, Rafael Valmorbida, de Radio Oeste Capital, estación de la ciudad de Chapeco, de donde es el equipo.

“Perdimos más que tan solo un equipo”, se afirma en el sitio web de la estación.

“Perdimos amigos, socios, colegas y familiares”. La estación pidió oraciones para la recuperación de Valmorbida, y por otros tres periodistas radiales que murieron.

El avión se estrelló el lunes por la noche en una montaña en el centro de Colombia.

Los periodistas eran todos hombres, incluidos camarógrafos, fotógrafos, comentaristas y reporteros de estaciones radiales y grandes medios noticiosos como Fox y Globo, conglomerado brasileño.

Uno de los periodistas de Globo era Ari de Araujo. “Ari era como un hermano para mí”, dijo Pedro Bassan, reportero deportivo y de noticias generales que trabajó con Araujo durante 20 años. “Nunca más podré cenar con él o podré discutir con él”.

Bassan dijo que Araujo era un camarógrafo con la “habilidad de grabar imágenes como para el cine a la velocidad del periodismo”. Estaba viajando con el equipo para realizar un reportaje especial.

Marco Guarizzo, presentador de la radio CBN en el sur de Brasil, dijo que los colegas de su estación estaban tratando de afrontar el hecho de que el director Deva Pascovicci viajaba en el avión.

El impacto psicológico fue tan grande que algunos de los pesriodistas de la estación tenían problemas en producir noticias locales y estaban usando material de afiliadas.

Para la tarde, algunos miembros del pequeño equipo, que incluye dos presentadores y cinco reporteros, realizaban una reunión.

“Si (Pascovicci) estuviera aquí, quisiera que estuviéramos trabajando, y trabajando fuerte” en la historia, dijo Guarizzo, al tiempo que agregó que su jefe era exigente y amable.