Por Paulina Valenzuela y Joao Acharan/
En un giro interesante en el escenario electoral ante los próximos comicios municipales en Chile, las candidatas mujeres independientes parecen estar ganando terreno frente a los perfiles tradicionales, incluso si no residen en las comunas que buscan representar. Un reciente estudio de Datavoz (GPS Ciudadano) revela que los votantes tienden a inclinarse por candidatas que escapan de la maquinaria partidista y que, además, no les preocupa tanto su arraigo territorial.
Este hallazgo desafía la noción de que la cercanía geográfica es clave en la elección de autoridades locales. Tradicionalmente, se ha creído que los electores prefieren candidatos locales, con vínculos territoriales y un conocimiento cercano de las problemáticas de la comuna. Sin embargo, los resultados del análisis de Datavoz sugieren que los votantes están reevaluando sus prioridades, dando más importancia a la independencia y las características personales de las candidatas que a su lugar de residencia.
Las candidatas han sabido aprovechar este contexto. Su imagen, asociada a valores como la honestidad, el trabajo duro y una menor vinculación con los vicios de la política tradicional, está resonando con fuerza en un electorado cada vez más desencantado con los partidos políticos. En este contexto, la independencia partidaria ha emergido como un atributo que otorga confianza en un sistema político percibido por muchos ciudadanos como opaco y alejado de sus verdaderos intereses.
El estudio destaca un dato revelador: las candidatas que no viven en la comuna por la que se postulan no solo no son castigadas, sino que incluso son preferidas. Esto sugiere un cambio significativo en la manera en que los electores comprenden la representación local. La conectividad digital, la visibilidad mediática y una mayor conciencia sobre los problemas nacionales y locales han llevado a los ciudadanos a valorar otros aspectos como la capacidad de gestión, la trayectoria y las propuestas, más allá de si la elegida es vecina de la comuna.
Otro punto relevante que emerge del estudio es la preferencia por candidatas sin afiliación política y menores de 45 años, además de que los votantes parecen inclinarse por aquellas que no tienen experiencia previa en cargos como alcaldesas o concejalas. Este aspecto refuerza la demanda por renovación y liderazgo joven, ajeno a las estructuras políticas tradicionales. Aunque hay sectores menos interesados en la política que valoran la experiencia local, en términos generales el apoyo a mujeres independientes refleja la búsqueda de un cambio profundo en el liderazgo municipal.
Este fenómeno invita a una reflexión más profunda sobre el estado de la democracia local en Chile. Las elecciones municipales, que históricamente se han percibido como menos politizadas que las nacionales, están comenzando a reflejar tendencias que podrían anticipar un cambio más amplio en la política chilena. La preferencia por candidatas independientes y no locales podría ser una señal de que los electores buscan nuevos liderazgos que rompan con las antiguas estructuras, priorizando la innovación y la frescura por sobre el legado y la tradición.
Es interesante notar que este fenómeno no es exclusivo de Chile. En varios países de América Latina se están observando tendencias similares. Los electores en la región están optando cada vez más por candidatas jóvenes e independientes, desencantados con los partidos tradicionales y las dinámicas políticas establecidas. Al igual que en Chile, el uso de plataformas digitales y la mayor conciencia sobre los problemas locales y nacionales han permitido que candidatas sin presencia física constante en los territorios logren conectar con los votantes a través de propuestas frescas y comprometidas.
En toda la región se está gestando una demanda por liderazgos que rompan con las viejas estructuras y que propongan soluciones nuevas y cercanas a la ciudadanía. Esta tendencia podría consolidarse en América Latina, donde los votantes buscan una renovación política que resuene no solo a nivel local, sino también regional, marcando un cambio más profundo en la política latinoamericana.
Resta ver si este respaldo a las mujeres independientes que no residen en las comunas donde compiten en Chile se consolidará como una tendencia a largo plazo, o si es simplemente una respuesta al clima político actual. En cualquier caso, el mensaje del electorado es claro: están abiertos a nuevas opciones, con la esperanza de que estas elecciones traigan consigo los cambios profundos que las comunidades esperan.