La carencia de mercados, rescate de cementerios, falta de puentes peatonales, calles de sectores y urbanizaciones en estado crítico; una población poco instruida en manejo de desechos sólidos, son algunos de los grandes retos que tendrá que enfrentar la nueva administración del municipio de Santo Domingo Norte (SDN) a partir del próximo 16 de agosto.
De la misma manera, uno de los grandes desafíos que tendrá por delante el alcalde electo René Polanco será rescatar los espacios públicos, como aceras y parques; las primeras utilizadas como estacionamientos de vehículos, talleres, exhibición de mercancías y hasta construcciones.
Con una población superior a los 800 mil habitantes, en 402 kilómetros cuadrados, SDN es un municipio prácticamente rural, imposible de avanzar con la sola intervención de la alcaldía, que apenas recibe 50 millones de pesos mensuales.
Falta todo. Para poder sacar a ese municipio del estado en que se encuentra, la nueva gestión tendrá que insistir para que el Gobierno central intervenga con obras como reconstrucción y asfaltado de más del 80% de las calles de la localidad, algunas dejadas en el abandono, hace tres años, como las de los residenciales Remanso y María 2000.
A esto se suman 52 cañadas, en diferentes comunidades, como Sabana Perdida, Los Guarícanos y Villa Mella, algunas intervenidas por el cabildo local.
El deterioro de las calles y cañadas es de tal magnitud que en ocasiones, la actual administración no pudo inaugurar obras ejecutadas por el ASDN porque los munícipes lo impedían hasta tanto se reconstruyan y reparen las vías.
En innúmeras ocasiones juntas de vecinos en diferentes sectores de SDN tomaron las vías principales para llamar la atención sobre sus exigencias, en su gran mayoría por calles, escuelas y cese de los apagones.
Sin mercados. La falta de un mercado en Sabana Perdida, provoca que la informalidad se apodere del cruce de las avenidas Los Restauradores con carretera vieja, que no deja espacio para el peatón y reduce considerablemente el tránsito vehicular.
Asimismo, la carencia de otro mercado en Villa Mella, acrecenta la informalidad en diferentes puntos, como la intersección de las avenidas Jacobo Majluta con Hermanas Mirabal, ocupando áreas verdes.
De esto no se escapa siquiera el entorno de la estación Mamá Tingó, del Metro de Santo Domingo, donde existe una lucha constante entre vendedores y policías. La mayoría de los informales, extranjeros, sobre todo haitianos.
De igual modo, en la comunidad de Guarícanos, sobre todo en la parada de Los Cuernos, se ha formado un gran mercado informal en plena calle, que hace casi imposible el tránsito vehicular y peatonal porque todo ha sido ocupado.
Sin peatonales. Otro gran reto de la alcaldía será la construcción de un paso peatonal (elevado) en la Jacobo Majluta, frente al hospital Ney Arias Lora, donde varias personas han perdido la vida al ser atropelladas tratando de cruzar esa vía. De igual modo, otro en la Majluta con Hermanas Mirabal, debido a miles que toman el Metro cruzan entre vehículos durante el día y la noche por ese punto.
Los peatones pasan muchas dificultades para cruzar de una avenida a otra, porque tampoco existen semáforos para el caminante.
La basura. Aunque los grandes vertederos han desaparecido, por el aumento de las flotillas de recolectores, todavía hay puntos neurálgicos donde los desechos sólidos son un dolor de cabeza, como la avenida Los Restauradores.
Aún se observan focos de vertederos, sobre todo frente a sectores como Los Coordinadores, Villa Blanca y Sabana Centro, aunque los propios vecinos admiten que los recolectores pasan hasta dos veces por día.
Para evitar los basureros improvisados, el ASDN colocó cajas en puntos clave, sin embargo, estas se rebosan y los desechos sólidos siguen siendo un dolor de cabeza para el gobierno local. Ricardo Santana, en Villa Blanca Primera, deplora la existencia de un basurero frente al negocio, pero admite que los camiones recolectores del ASDN pasan diariamente por el lugar.Atribuye vertederos, a que recolectores no
penetran al interior de los barrios por la estrechez de calles.