Ser presidente del Tribunal Constitucional no es “paja de coco”, como dice el pueblo; el TC no es una corte más, porque aquí, y en el mundo de la democracia constitucional, se trata de un órgano extra poder, cuyos jueces llevan sobre sus hombros la ineludible responsabilidad de garantizar la supremacía de la Ley Fundamental, la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos fundamentales.
Las sentencias que evacúa el Tribunal Constitucional tienen carácter definitivo y son irrevocables, porque adolece de una instancia superior; además, constituyen precedentes vinculantes para todos los poderes públicos y los órganos del Estado.
“La más grande novedad de la Constitución proclamada el 26 de enero del 2010 fue la creación del Tribunal Constitucional”, escribió el Dr. Milton Ray Guevara, presidente saliente del TC, en el prólogo del libro “Constitución de la República Dominicana””, Interpretada por el TC, de la autoría del jurista Francisco Franco.
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Por tales motivos, y enterado de que el doctor Napoleón Ricardo Estévez Lavandier había sido escogido por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) para presidir el TC, procedí a indagar entre la alta comunidad jurídica, el mundo de los jueces, académicos y juristas exitosos, quién es este reconocido abogado, que ha logrado el consenso unánime de los consejeros, titulares de los tres poderes públicos, para el exigente cargo.
De nuestra indagatoria, emergió Estévez con el reconocimiento casi unánime de la comunidad jurídica, un jurista peso completo provisto de una intachable ética profesional, apartidista a ultranza, penalista enjundioso, abogado litigante, procesalista constitucional, especialista en Derecho Civil, magistrado juez de la Suprema Corte de Justicia, profesor universitario de largo ejercicio y, sobre todo, prolífico escritor de textos de enseñanza y doctrina. La primera opinión favorable fue la del propio Ray Guevara, quien mostró su satisfacción al decir que dormirá tranquilo a sabiendas de que lo sustituye su amigo Estévez.
Cabe destacar el apoyo externado por Leonel Fernández, candidato presidencial de la FP, a los magistrados electos, valorando sus cualidades, especialmente las de Estévez Lavandier.
En sentido contrario, se manifestó Abel Martínez, su homologo del PLD, quien aludió, sin pruebas, la supuesta militancia perremeista del flamante titular del TC, quien ni corto ni perezoso negó la versión del político, diciéndole que se necesita probar la veracidad de tal infundio. De todas maneras, el nuevo presidente del TC es una figura extraordinaria. Hizo buen trabajo el CNM.