El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y Jason Greenblatt, un enviado del presidente estadounidense, Donald Trump, conversaron el lunes por la noche durante más de cinco horas sobre la manera de relanzar los esfuerzos de paz con los palestinos y sobre la colonización, informaron las dos partes.

Jason Greenblatt, asistente de Trump y representante especial para las negociaciones internacionales, será recibido por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, este martes en Ramala.

En sus conversaciones con Greenblatt en Jerusalén, Netanyahu dijo que creía que bajo la presidencia de Donald Trump sería «posible hacer avanzar la paz entre Israel y todos sus vecinos, incluidos los palestinos», indicaron los servicios del primer ministro y la embajada de Estados Unidos en Israel en un comunicado conjunto.

Greenblatt repitió unos principios ya enunciados por Trump: el compromiso de EEUU en garantizar la seguridad de Israel y la voluntad del presidente estadounidense «de ayudar a israelíes y palestinos a alcanzar una paz duradera», que solo será posible a través de «negociaciones directas».

Netanyahu y Trump abordaron la espinosa cuestión de la colonización, es decir, la construcción de viviendas civiles israelíes en los territorios palestinos ocupados.

Todos los gobiernos israelíes desde 1967 continuaron la colonización, que es considerada por gran parte de la comunidad internacional como un obstáculo para la paz.

Tras reunirse el 15 de febrero con Trump, el primer ministro israelí indicó a la prensa que convino con la administración estadounidense instaurar un mecanismo común para que la colonización deje de ser un tema de discordia entre los dos gobiernos, como fue el caso durante la administración Obama.

Greenblatt está a cargo de la implementación del mecanismo por la parte estadounidense.

El viaje de Greenblatt se produce en un momento de profunda incertidumbre sobre la evolución del conflicto palestino- israelí y las intenciones de Trump sobre el tema. El esfuerzo de paz está bloqueado desde el fracaso de la última iniciativa estadounidense, en abril de 2014, al cabo de meses de discusiones.