Nexo binacional bajo el ataque de bandas haitianas. En el segundo y cercano socio comercial de República Dominicana operan pandilleros bien armados que escapan al control de autoridades y han dirigido una y otra vez su violencia contra intereses y habitantes de ambos países con secuestros y extorsiones.
Agresiones que afectan el transporte de carga y viajeros que incluyeron recientemente el secuestro por vario días de un diplomático dominicano, violación de inmunidad respondida desde aquí con reforzamiento de tropas fronterizas, presión que contribuyó a su liberación.
La comunidad internacional ha esperado inútilmente que el Gobierno de Haití imponga respeto a los derechos y propiedades de sus propios ciudadanos y extranjeros aunque los Estados con más capacidad para accionar en defensa del sufrido pueblo haitiano le siguen dando la espalda.
Le invitamos a leer: El estigma de los miles de desplazados por la guerra entre bandas en Haití
Haití ha debido proteger con su refundado ejército la única comunicación terrestre que hace posible el suministro de bienes desde este lado con ventajas de costos y cercanía para ambas naciones.
Las incapacidades de los gobernantes haitianos para llevar a la normalidad diferentes actividades productivas y servicios públicos quedan en una muy trágica manifestación en el asesinato de su presidente constitucional Jovenel Möise hace casi un año sin que se hayan descifrado todavía los ángulos más oscuros del magnicidio, a pesar de haber quedado en evidencia la participación de sicarios colombianos con algunos de ellos admitiendo los hechos.