Gustavo Montalvo, ministro de la Presidencia, y Margarita Cedeño, vicepresidente de la República. Fuente externa.
Ni a la vicepresidente Margarita Cedeño, ni al ministro de la Presidencia Gustavo Montalvo, se les ve dirigirse al país en sus alocuciones que se hicieron costumbre desde que el Gobierno dominicano tomó medidas económicas y sociales restrictivas para detener el contagio del coronavirus.
La última vez que Montalvo anunció las nuevas decisiones adoptadas por la Comisión de Alto Nivel que él coordina para manejar la crisis causada por la pandemia, fue el 8 de mayo, luego de más de un mes con intervenciones casi diarias.
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Cedeño, por su lado, emitió declaraciones por tres semanas consecutivas, explicando el funcionamiento de los programas de asistencia social del Gobierno. La última vez que lo hizo fue el miércoles 6 de mayo; había hablado el jueves 23 y el miércoles 29 de abril.
Pero la causa de estas ausencias no parece ser que falten razones para comunicar. Cuando el presidente Danilo Medina informó el pasado domingo 17 la decisión del Gobierno de iniciar una apertura gradual de la economía, Montalvo se vio en la obligación de detallar todas las pautas de esta desescalada.
Así lo hizo el martes 19, pero prefirió emitir los documentos contentivos de dicha información, sin explicaciones presenciales.
En vez de los usuales funcionarios del gobierno, habló varias veces Amado Alejandro Báez, director ejecutivo del Comité de Emergencias y Gestión Sanitaria para el Combate del Coronavirus. La primera vez, para justificar la necesidad de que se aprueben otros 25 días de estado de emergencia, cuando el tema se discutía en el Congreso. La segunda vez, para anunciar un curso de formación sobre el COVID-19 para personal médico.
Mientras el ministro de la Presidencia y la vicepresidente detuvieron las apariciones pública, el propio presidente se lanzó a las calles el domingo 10 del mes en curso, dos días después del último discurso de Montalvo, para visitar una planta de Tratamiento de Aguas Residuales en la Zurza.