Ni pa’ cogé impulso. En las trincheras, en las calles, en los hogares, la consigna, se convirtió en una única decisión: ¡ni un paso atrás! Habíamos derrotado a las Fuerzas Armadas locales cuyo papel había sido hasta entonces, 1965, colaborar para refinar los mecanismos de la opresión que ejercían a sus anchas, entonces, perdidos, llamaron a los norteamericanos, quienes se creen dueños del mundo, y pensaron que cuando llegaran íbamos a temblar de miedo y a deponer las armas, como proponía Juan Bosch desde la trinchera del honor en Puerto Rico, pues no, Quisqueya la indómita y brava alzó su fusil y, ante el cambio de enemigo, siguió la lucha.
De ahí surgió aquella frase enorme, sin límites, de cuatro palabras, surgida del alma de la Patria que comprometió a todos: mujeres, jovencitos, hombres, militares “Ni un paso atrás”
El inmenso Pedro Mir lo dijo así, al escribir en el fragor de la batalla, en Abril de 1965,
“No permitas que el largo regimiento/ De los años de crimen pertinaz/ “Te toque el hombro con el pensamiento/Ni un paso atrás
“Que la alta flor que de tus ramas brota/En este chapuzón de libertad, /
“No pierda en miel ni la más breve gota/Ni un paso atrás. “Ni un paso atrás, soldados y civiles/Hermanados de pronto en la verdad.
“La vida es una sobre los fusiles/que no hay trincheras para los reptiles”
¡A la guerra, a vencer o morir, Patria o muerte! un tiro en la cabeza mata a cualquier imperialista o a su más grande sirviente criollo, si es que pelea.
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El pasado se solapa bajo cualquier yagüita, tras un lenguaje engañoso, tras un arrepentimiento tardío e hipócrita, cambia el rostro de león por la beatífica cara de una monja que hace votos de silencio.
Nos mienten, pero no nos engañan. Son los mismos. Son aquellos de quienes escribí durante años que no habían sido capaces de resolver un problema, uno solo, se atreven a querer tapar el sol con un dedo mientras con su inacción agravaron problemas en educación, servicios médicos, investigación científica y problemas de tráfico y tránsito y un creciente uso de nuestro país como ruta de tránsito de drogas creada bajo sus gobiernos.
El domingo pasado Luis Abinader se empantalonó y sentenció en un discurso sin desperdicios: no mires p’atra y lo acompañó con esta filípica: “El pasado es corrupción e impunidad, no mires pa´tra. “El pasado es despilfarro e ineficiencia, no mires pa´tra. “El pasado es atraso y pobreza, no mires pa´tra. “El pasado es abuso de poder, no mires pa´tra. “Mira pa´lante, no mires pa´tra».” Nuevamente, estos muchachos rapaces visten ropa de gente decente, y traen un lenguaje almibarado, para engañarnos ¡ni un paso atrás!