NUEVA YORK. El último susto de los padres en relación con sus hijos y las redes sociales, sobre un supuesto desafío a que los menores completen tareas peligrosas, sirve como recordatorio de lo importante que es que se establezca un diálogo abierto con los menores y se aprovechen los controles a disposición de los padres.
Facebook y otras plataformas se llenaron de advertencias en torno a un “desafío de Momo” en los últimos días en reacción a presuntos videos que alentaban a los chicos a hacerse daño a sí mismos o a que hiciesen cosas como encender el horno sin avisarle a los padres. Las advertencias de los padres estuvieron acompañadas de una perturbadora imagen de una criatura sonriente con cabello apelmazado y ojos hinchados.
Pero se cree que el reto fue una broma. No está claro cuándos videos existen o qué circulación han tenido. Algunos de los videos pueden haber surgido en respuesta al frenesí que generó el supuesto desafío. La imagen de la criatura sonriente, por otro lado, sería de una escultura japonesa.
El portal Snopes, especializado en la corroboración de información, dice que el desafío comenzó a circular a mediados del 2018, coincidiendo con versiones de suicidios que no estaban acompañadas de pruebas reales. YouTube dijo que no ha recibido “evidencia alguna reciente de videos que muestren o promuevan el desafío de Momo” en su servicio.
Entonces, ¿cuál es la razón de tanto pánico? Expertos dicen que los engaños en la web enfocados en los menores explotan el temor de los padres, siempre protectores. Además de la preocupación por el tiempo que pasan frente a las pantallas, no hay dudas de que circulan videos problemáticos que los niños no deberían ver. Pero es difícil para los padres estar pendientes de todo lo que sus hijos ven en la web. Y sus temores se ven agravados por algunos sistemas escolares, medios de prensa e incluso policías que emiten sus propias advertencias, acompañadas por hechos poco claros.
“Todos los estados de pánico moral se alimentan en cierta medida de la realidad, pero se les da mucha más importancia de la que tienen”, señaló Steve Jones, profesor de comunicaciones de la Universidad de Illinois de Chicago.
Agregó que estos engaños reproducen pánicos de otras décadas, como le creencia falsa de los años 80 de que las canciones de rock contenían mensajes satánicos.
“Cuando aparece la internet, todo se acelera y se disemina más”, expresó.