¡No más políticos con diferentes uniformes!

¡No más políticos con diferentes uniformes!

Recuerdo cuando jugaba béisbol, cada vez que me daban un uniforme nuevo, con ese olor peculiar de tela virgen y olor a hilo importado, pensaba que por el simple hecho de yo usar ese uniforme y guante nuevo, iba a convertirme en un mejor jugador de béisbol. Al llegar el momento de batear o atrapar la bola, notaba que el uniforme y el guante nuevo no cambiaban las realidades de mis destrezas como deportista.
Eso mismo está sucediendo en la esfera socio-política de la República Dominicana.
Los mismos actores de una mala política, los mismos funcionarios que han contribuido al deterioro del espíritu de la democracia, los mismos partidos que han estado en el escenario político desde la muerte de Rafael Leonida Trujillo; ellos, ahora se quieren vender como la solución a los problemas cardinales que nos agobian y nos dejan petrificados. Son ellos mismos, pero con diferentes uniformes, y que han cooperado al aumento de la clase pobre. Han secuestrado los tres poderes del estado: Ejecutivo, legislativo y el judicial. Aún más, esos mismos que se han cambiado los uniformes para hacer creer que son diferentes, siguen promoviendo sus figuras mesiánicas, perpetuando el poder omnívoro y sin importar las necesidades de las mayorías.
Ellos mismos, por más de 50 años han construido un monumento a la falta de esperanza. Esos políticos han construido una imagen de adoración inconsciente.
Debemos observar que ellos han cambiado de ropaje, en este caso, de lenguaje y de partido. Pero sus acciones certifican que no han sufrido una metamorfosis. Hablan más de mantenerse en el poder, y no hablan de política de estado. Se trasladan de un partido a otro y sus viseras son las que determinan su destino y sus accionar .

Esos políticos petrificados en las burbujas del mal, no le han dado paso a una nueva generación que realmente producen vida, le han cerrado las puertas a jóvenes y personas con pasión, carácter e integridad. Aún Roberto Saladín, como titular de la Junta Central Electoral, favoreció que fueran reconocidos dos partidos que cumplían con los requisitos legales y constitucionales.
¡Pero No! Estos políticos que están disfrutando del poder que el pueblo le otorgó, usan diferentes uniformes, pero con la misma conducta disfuncional, operan y se mueven bajo una sombrilla que solo genera atraso e inseguridad.
Invito al pueblo dominicano a buscar ciudadanos sin uniformes, ciudadanos sin máscaras, sin tigueraje, políticos que piensen más en política de estado, que trasciendan los intereses de una estructura política.
El pueblo sufrido es mayoría y podemos unificarnos para crear estructuras políticas basadas en el amor, la dignidad y la integridad.
¡No más políticos con diferentes uniformes! ¡NO MÁS!

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