El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Lucas 11: 3
Dios nos creó para bendecirnos. Su deseo es que podamos recibir las bendiciones y que ninguna se pierda, porque es Su voluntad; pero vemos que pasa el tiempo: años, meses, días y seguimos igual. Nos preguntamos ¿Por qué si Él lo dispuso así no estamos recibiéndolas? Muchas de nuestras bendiciones no son alcanzadas porque no tenemos expectativas.
Él va a bendecir al que está lleno de expectativas y siempre esperando lo mejor, quien cada mañana se levanta sabiendo que su Padre tiene algo especial para él y que ese día no pasará sin recibir Su bendición. Porque es una promesa, y Él apresura Su Palabra para cumplirla.
No nos dejemos abatir por las circunstancias, y no permitamos que nuestra fe mengüe; porque no importa el lugar o la situación en que estemos, ahí llegará nuestra bendición. Anula los pensamientos de derrota, fracaso, inconformidad, que están rodeándote y no te permiten ver las bendiciones que están sobre ti.
El que tiene expectativa siempre espera lo mejor, y sabe que el que vive en los Cielos tiene el pan para bendecirnos cada día.