Sobre todo tengan esto en cuenta: que en los días últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus malos deseos. 2 Pedro 3: 3
No nos dejemos confundir. Los verdaderos motivos por los cuales buscamos a Dios solamente Él los conoce. Hay tantos que se revisten de una falsa piedad, engañando a todos, haciendo creer que su corazón está limpio de maldad. Sin embargo, Su Palabra dice que Él no puede ser burlado. Es decir, que las mentiras con las cuales se encubren son conocidas por Dios, por lo que su vida espiritual es infructuosa. Por tanto, el Señor desecha a estas personas y no les da lugar en Su Reino.
Ellos podrán hacer de todo y ganarse la confianza de muchos, pero no de Dios. Entonces ¿Qué sentido tiene ser así? No lo tiene, pero estas personas disfrutan con esto. Ni siquiera tienen deseo de cambiar porque se han acostumbrado a una vida llena de falsedad.
Tenemos que estar alertas y no dejarnos confundir por este tipo de personas, hacedores de maldad, los cuales disfrutan destruyendo y trayendo división al cuerpo de Cristo. Oremos por discernimiento de espíritu para que nos sean revelados, y nada quede encubierto ante nuestros ojos; porque de esta manera nos cuidaremos y cuidaremos a los demás para que no caigan en la trampa de los que están vestidos de una falsa piedad.