Mientras la autorización de aplicar una tercera dosis de la vacuna contra COVID-19 causó revuelo en la comunidad médica y en la población en general, al infectólogo Miguel Núñez no le parece descabellada las pretensiones del Gabinete de Salud.
Núñez sostiene que la pandemia del coronavirus le ha declarado la guerra a la humanidad y en una guerra se utiliza todos los recursos que se tiene y puede para ganar, dijo esto para explicar por qué está de acuerdo con el tercer pinchazo.
Le podría interesar leer: Una tercera dosis de AstraZeneca puede ser un refuerzo efectivo
Durante una entrevista en el programa El Despertador, el también pastor evangélico, indicó que las razones por las que el Gabinete de Salud pudo haberse apresurado en tomar una decisión que muchos países solo la están sopesando se debe a la alta transmisibilidad de la variantes del COVID-19, a que hay personas que pese a la administración de las dos dosis no han generado anticuerpos y que la protección de la vacuna no dura mucho tiempo en algunos pacientes.
Como bien destacó, que algunas personas no hayan producido anticuerpos con las dos dosis no quiere decir que todos los ciudadanos deban administrarse una tercera.
Para el infectólogo, lo que el Gobierno debería hacer es determinar qué grupo de personas no producen los anticuerpos con las dos dosis administradas y así convocarlas para el tercer pinchazo, pero advierte que las conclusiones de este estudio tomaría meses, tiempo que estos pacientes estarían desprotegidos. Es por esto, que para Núñez no es descabellada la idea la tercera inyección al mes de recibir la segunda.
«Si el gobierno tiene suficientes vacunas no creo que sea descabellado de manera universal aplicar la tercera dosis», manifestó. De esta manera la personas que generó una buena cantidad de anticuerpos estará más protegida y la que no produjo tiene una nueva oportunidad de adquirir defensas contra el virus letal.
A pesar de que la ciencia se encuentra montando evidencias de qué tan efectivo es combinar vacunas, como doctor pondera que si esa es la alternativa que tiene para proteger a su paciente, lo haría aun sin las conclusiones científicas.
«Como doctor no tengo la garantía de que al combinar Sinovac con Pfizer va funcionar pero tengo que probarlo, no tengo la garantía pero tengo que probarlo», reiteró al decir que República Dominicana puede crear sus propias evidencias y casuísticas de la combinación de vacunas.