El concierto en honor a doña Margarita Copello de Rodríguez, celebrado en el Teatro Nacional, fue auspiciado por la Fundación Corripio y otras instituciones

Un derroche de exquisita música y momentos emocionantes se vivieron la noche del miércoles en la sala principal del Teatro Nacional Eduardo Brito, durante la gala “La dama de la música”, en homenaje a doña Margarita Copello de Rodríguez, creadora de la Fundación Sinfonía.

La velada se inició con las palabras de la actual presidenta de Sinfonía, Margarita Miranda de Mitrov, amiga y fiel discípula de doña Margarita, quien después de una calurosa bienvenida a todos los asistentes, anunció la presentación de un video sobre la vida y trayectoria de quien fue figura importante en el desarrollo de la vida musical en nuestro país.

El video incluyó cortos y sentidos testimonios de influyentes personalidades y de grandes artistas que tuvieron el privilegio de conocer a Copello, y conmovedoras imágenes de su armoniosa vida familiar y de su dedicada labor al frente de Sinfonía.

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LA PARTE MUSICAL
Luego de agradecer a todos los patrocinadores de la gala, la señora Miranda de Mitrov dio paso a la parte musical de la noche con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro José Antonio Molina, considerado por doña Margarita su hijo artístico.

Tras la interpretación del conocido Intermezzo de la ópera Cavallería Rusticana de Mascagni, el concierto continuó con una de las piezas más emotivas y sentimentales, el Concierto número 2 del célebre compositor ruso Sergei Rachmaninov, tocado en forma magistral por el multipremiado pianista ucraniano Dmytro Choni.

La gala concluyó con la obertura-fantasía de Romeo y Julieta, popular tema de amor de Tchaikovsky sobre la afamada obra de Shakespeare.

El concierto “La dama de la música” fue auspiciado por HOY CLUB DE SUSCRIPTORES y la Fundación Corripio, entre otras instituciones que apoyan las artes clásicas en República Dominicana.

Dedicado a Margarita Copello

Noche emotiva
Para cerrar una noche repleta de emociones, música y talento, el eufórico público que asistió al Teatro Nacional se paró de sus asientos para ofrecer una larga ovación al solista de la noche, Dmytro Choni, al maestro José Antonio Molina y por supuesto a los miembros de la Orquesta Sinfónica Nacional, de la que doña Margarita fue siempre bienhechora.