Nuestra independencia: Un largo proceso…

Nuestra independencia: Un largo proceso…

La identidad nacional de un pueblo tiene mucho que ver con sus orígenes, su grado de identificación con el poder dominante, la comunidad de intereses y sentimientos de sus integrantes y su diferenciación, odio o temor hacia los pueblos vecinos.

La independencia dominicana que celebramos simbólicamente el 27 de febrero, tiene ahora 170 años. Fue en realidad un proceso lleno de alternativas y contradicciones que ocupó todo el siglo XIX, y siguió con el siglo XX, bajo formas diferentes de dominación.

Así, en 1795 el tratado de Basilea que traspasó toda la isla a Francia, trajo una percepción de abandono a los dominicanos de su metrópoli. Por otra parte, el temor a las invasiones haitianas preparó subjetivamente a la población para luchar por su independencia.

La toma de posesión del este de la isla por Francia no se efectuó inmediatamente para esperar un momento menos afectado por la preponderancia político-militar de Toussaint L’Ouverture y la oposición de la élite criolla a ser gobernada por antiguos esclavos; la que fue expresada en el año 1800 en una “Representación” al gobierno francés encabezada por el Cabildo Eclesiástico y unas doscientos firmas, que detuvo dicha ocupación. En 1801, la ayuda norteamericana a cambio de libertad de navegación para ésta e Inglaterra, permitió a Toussaint derrotar a su rival haitiano Rigaud y volver su atención hacia el este de la isla.

Después, las luchas de un héroe y mártir casi olvidado: el Coronel Juan Barón, en 1801,1802 y 1805 defendió nuestra heredad; en 1808 Ciriaco Ramírez, con el auxilio de Phetión inició la lucha por la independencia nacional, pero el hatero Sánchez Ramírez, con el apoyo del gobernador español de Puerto Rico, impuso en la Junta de Bondillo la reincorporación a España. En el Cibao figuras como Cayetano Pichardo, Reynoso del Orbe, Cayetano Rozón, Domingo Pérez y Diego Polanco, fueron importantes en ese proceso. En 1821, Núñez de Cáceres dirigió la primera independencia.

Al otro día de la Separación de Haití, encabezada por Sánchez, el anexionista Bobadilla lo sustituyó y después Santana se haría cargo del poder, y la búsqueda del protectorado o la anexión se convirtió en una política de Estado, que condujo a la anexión del 1861; en tanto que desde 1863 Luperón y otros patriotas libraron la guerra de Restauración, pero apenas dos meses después del triunfo, ésta fue traicionada por Buenaventura Báez y los anexionistas, que tomaron el poder y casi lograron la anexión a Estados Unidos.

Pedro Henríquez Ureña opinó que el 1874 finalizó ese periodo de formación de la nacionalidad, pero solo en apariencia, porque luego González, Heureaux y Morales llegaron a proponer el protectorado a la potencia del norte, y la Convención del 1907 bajo Ramón Cáceres, fue un virtual protectorado norteamericano y la soberanía que quedó fue más bien formal.

En ese proceso, el país ha tenido incontables héroes y mártires; sin que hayan faltado también traidores y desertores en esa lucha desigual por su libertad y soberanía.

Ojalá que la podredumbre de la política dominicana; la corrupción, la impunidad, el autoritarismo y la delincuencia, no nos obligue a regar nuevamente con sangre la semilla de la libertad, la democracia y el desarrollo de la sociedad dominicana.

 

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