Sao Paulo.– La constructora Queiroz Galvao, una de las implicadas en la red de corrupción que operó en Petrobras, fue hoy blanco de una nueva fase de la operación Lava Jato, que investiga los gigantescos desvíos de dinero en la petrolera estatal.
La operación iniciada hoy tiene como objetivo cumplir 22 mandatos de búsqueda, dos prisiones preventivas, una prisión temporal y seis de conducción coercitiva, informó hoy la Fiscalía del estado de Paraná, que concentra las investigaciones del caso Petrobras.
Además busca pruebas adicionales que demuestren que la constructora cometió los delitos de organización criminal, cartel, fraude en licitaciones, corrupción y lavado de dinero en la firma de contratos con la compañía estatal.
Según las investigaciones, Queiroz Galvao formó junto con otras constructoras un cartel para distribuirse los contratos de Petrobras y sobrevalorar los negocios realizados con la estatal durante al menos una década, lo que generó pérdidas millonarias a la petrolera.
Para garantizar los contratos, Queiroz Galvao, al igual que otras constructoras, pagaba sobornos a varios de los directores de Petrobras y decenas de autoridades y políticos que amparaban las corruptelas.
Los investigadores también buscan pruebas sobre una supuesta obstrucción a una investigación establecida en el Senado en 2009 para indagar los fraudes cometidos por la empresa.
Las autoridades creen que Queiroz Galvao, que tiene el tercer mayor volumen de contratos con Petrobras, pagó al menos 10 millones de reales (unos 3,6 millones de dólares) en coimas para frenar la investigación en el Legislativo.
En este sentido, la fiscal Jerusa Viecili destacó la “osadía” de la constructora, que tuvo una “actuación profesional y sofisticada en el pago de coimas en contratos públicos durante un largo periodo de tiempo, mediante expedientes complejos, incluso en el exterior».