Las autoridades neoyorquinas mostraron ayer su determinación de trasladar por la fuerza a centros psiquiátricos a personas con “enfermedades mentales graves” que puedan suponer un peligro para los demás y para ellos mismos o que no sean capaces de procurarse las necesidades básicas para sobrevivir.
Para ello, publicaron una circular con los pasos que el personal médico, bomberos y agentes de seguridad deben dar cuando se encuentren una persona que consideren que responde a dichas características y que rechace desplazarse voluntariamente a un centro hospitalario para determinar si necesita recibir medicación o ser internada.
En Nueva York “persiste un malentendido común de que no podemos brindar asistencia forzosa a menos que la persona sea violenta, tenga tendencias suicidas o presente un riesgo de daño inminente”, dijo el alcalde Eric Adams.