Emprender siempre es un reto y un sacrificio para quien elige este camino, esto no significa que existe un tiempo o edad específica para dar este paso. Aun después de experimentar fracasos, siempre es posible volver a intentarlo o intentar un nuevo camino.
Cuando Ray Kroc tuvo la visión de crear el negocio que luego sería el pionero del modelo para negocios de franquicias, tenía la edad de 52 años. Luego de haber perseverado en otros negocios a lo largo de toda su vida, le llegó el momento y la oportunidad de crear algo realmente innovador.
Al visitar un restaurante con el nombre de McDonald donde la comida se preparaba de una manera rápida y diligente, y el resultado eran clientes satisfechos con lo que recibían. Se dio cuenta que esto podría tener éxito en toda la nación.
Al conocer a los propietarios, le manifestó su interés en participar en el negocio con miras a expandirlo por todo el territorio de USA. Aunque los propietarios no entendían por completo las ideas de Ray, aceptaron la oferta de asociación y expansión del negocio.
Ray terminaría más tarde comprándoles su participación en el negocio y expandiendo las franquicias de McDonald por todo el mundo. Luego de convertirse en la inspiración del negocio de comida rápida en el mundo, hoy en día McDonald’s tiene más 38 mil establecimientos en más de 100 países. Convirtiendo a la marca en un símbolo de la gran economía y cultura de los USA.
Muchos pueden suponer que la suerte le jugó una buena fortuna. Pero para Ray Kroc la edad para emprender su exitoso negocio llegó cuando cumplía los 52 años, y el proceso no fue más fácil aún teniendo más experiencia. Todo fue fruto de aprovechar las oportunidades, trabajo y mucho sacrificio.
Una de sus frases favoritas decía: “La suerte es un dividendo del sudor. Cuanto más sudes más suerte tendrás”.