Vietnam.- El presidente de EEUU, Barack Obama, concluyó hoy con un encuentro con jóvenes su visita de tres días en Vietnam, durante la cual anunció el fin del embargo de armas a su antiguo enemigo e impulsó la mejora de los lazos económicos.
Obama, quien partió hacia Japón a las 12:50 hora local (5:50 GMT) desde Ho Chi Minh, instó a un grupo de 800 jóvenes vietnamitas a combatir el cambio climático y recordó que Vietnam es uno de los países más afectados por el fenómeno medioambiental.
«No es del todo justo, porque en los últimos 150 años los países occidentales se han desarrollado usando enormes cantidades de energía fósil. Pero si países como Vietnam, China o India siguen el mismo camino que Occidente, el planeta entero quedará sumergido», afirmó Obama ante la audiencia.
El mandatario respondió a preguntas de todo tipo, pero puso especial énfasis en la cuestión medioambiental después de dos días en que predominaron los asuntos militares y económicos.
El mayor hito de esta visita fue el anuncio el lunes en Hanoi, durante la primera jornada, del fin del embargo de venta de armas al régimen vietnamita.
Cada venta de armamento estará sujeta a estrictos controles relacionados con los derechos humanos, pero Obama subrayó que la medida «permite a Vietnam obtener el equipamiento necesario para defenderse» y termina de normalizar las relaciones entre los dos antiguos enemigos.
Obama, quien se reunió con los principales líderes políticos vietnamitas, se había resistido a adoptar el levantamiento del veto por desavenencias respecto a la garantía de los derechos humanos en Vietnam.
El presidente habló de «modestos progresos» en este ámbito, pero se mantuvo diplomático y evitó cualquier mención directa a detenciones de blogueros y disidentes en la nación asiática.
A pesar de eludir las referencias públicas, Obama se reunió el martes con seis activistas locales, aunque algunos de los que estaban inicialmente invitados no pudieron acudir a la charla tras ser arrestados en los días previos, denunció Amnistía Internacional.
En su discurso ayer dirigido a la nación vietnamita, Obama reconoció las diferencias que EEUU y Vietnam mantienen en materia de derechos humanos y recalcó la importancia de estos para garantizar la estabilidad política y el desarrollo económico.
Durante toda su visita, Obama ha vinculado la mejora de las libertades y derechos con el desarrollo económico, con especial énfasis en el Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP, en inglés), un tratado de libre comercio entre 12 países de Asia, América y Oceanía, que incluye a Estados Unidos y Vietnam.
«El TPP nos permite avanzar en derechos humanos, con salarios más altos y condiciones de trabajo más seguras y, por primera vez en Vietnam, con el derecho a formar sindicatos independientes y la prohibición del trabajo infantil», señaló Obama.
El mandatario insistió en el interés mutuo en profundizar la relación comercial, un propósito que ilustra la firma el lunes de un contrato de compraventa de 100 Boeing 737 Max 200 por 11.300 millones de dólares (10.087 millones de euros) a la aerolínea VietJet.
Obama, el tercer presidente estadounidense que visita Vietnam desde el fin de la guerra en 1975 tras Bill Clinton y George W. Bush, puso menos énfasis que sus antecesores en el conflicto bélico.
Para continuar curando las heridas de la guerra, anunció la puesta en marcha de un programa de descontaminación de Agente Naranja (un defoliante tóxico utilizado por los estadounidenses durante la contienda) en la antigua base aérea de Bien Hoa.
Tras una visita en la que tuvo tiempo de probar alguna especialidad culinaria vietnamita y de comprobar su enorme popularidad en el país, Obama partió rumbo a Japón, donde participará en la cumbre del G7 y realizará una histórica visita a Hiroshima.